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Parte la máxima leyenda de la danza del siglo 20

Primer adiós. Su retiro definitivo del escenario se anunció el 29 de diciembre de 1995, tras una presentación de Farfalla, en la ciudad italiana de Faenza, pero siguió al frente de la compañía. Foto: AP

Alicia Alonso, la gran dama del ballet cubano que se mantuvo en los escenarios por 75 años y fue un ícono de la lealtad artística al sistema socialista en Cuba, falleció ayer a los 98 años. 

La noticia fue confirmada a The Associated Press por Miguel Cabrera, el historiador del Ballet Nacional de Cuba y amigo cercano de la artista. Cabrera dijo que la prima ballerina assoluta murió en el Hospital CIMEQ en La Habana alrededor de las 11 de la mañana. 

Prácticamente ciega la mayor parte de su vida, Alonso se mantuvo hasta el final de sus días al frente del Ballet Nacional de Cuba, aunque en los últimos tiempos las decisiones ejecutivas las tomó su sucesora Viensay Valdés. 

En estos meses apareció poco en público y se la vio muy deteriorada, con sus largas manos de marcados huesos y el rostro más frágil y anguloso. Casi no se ponía de pie. 

“Siendo hija de una pequeña isla del Caribe, Alonso se impuso a todas las barreras que decían que el ballet era un arte de países desarrollados, que el físico y el temperamento latino no se ajustaban a los requisitos de la danza clásica”, dijo el estelar bailarín Carlos Acosta, discípulo de la artista, tras la noticia de su deceso. 

“Todos estos prejuicios fueron demolidos cuando Alicia Alonso entró en la escena. Impuso su nombre latino, su físico, su personalidad. Su lucha por ser reconocida abrió las puertas del ballet clásico para todos los jóvenes de nuestro continente”, agregó. 

Alonso fue una ferviente simpatizante de los hermanos Fidel y Raúl Castro desde el triunfo de la revolución en 1959. 

“Alicia Alonso se ha ido y nos deja un enorme vacío, pero también un insuperable legado”, escribió el presidente cubano Miguel Díaz-Canel en su cuenta en Twitter. “Ella situó a Cuba en el altar de lo mejor de la danza mundial. Gracias Alicia por tu obra inmortal”. 

De singular rostro, expresivo perfil en punta y técnica dancística inigualable, con su personalidad carismática atrajo el amor, pero también el odio. Tuvo fama de mujer despiadadamente exigente y enemiga de aquellos que se cruzaban en sus decisiones. 

Algunos discípulos lamentaban que no ocultara el favoritismo desmedido por uno u otro alumno en detrimento del resto a los cuales marginaba. 

Pero ante todo, fue la pasión desbordante lo que impulsó su vida: "Arte, maestría y sufrimiento, las tres cosas que marcaron mi carrera", sintetizó la prima ballerina assoluta de Cuba en una entrevista con The Associated Press a finales de la pasada década. 

Tenía una energía que la catapultó hacia la fama alejándola del retiro más allá de lo posible. "No vamos a poner el límite (a la existencia) a 200 años, vamos a ver lo que dice la ciencia... ¿Usted se cansa de vivir? Yo no", dijo entonces la diva en la misma entrevista. 

Encuentre su biografía completa en la edición de El Diario NTR en Internet.

“Alicia grande entre las grandes, gracias eternas por todo lo que dejas al mundo y a la danza” 

Joaquín de Luz, director de la Compañía Nacional de Danza de España

“Ella situó a Cuba en el altar de lo mejor de la danza mundial. Gracias Alicia por tu obra inmortal” 

Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba 

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