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Medvedev se doctora en la arcilla de Roma

(Foto: EFE)

A Daniil Medvedev sólo le faltaba ganar en tierra batida, su superficie enemiga, y el ruso, campeón del Abierto de Estados Unidos en 2021, que siempre se ha mostrado reticente con la arcilla, no dejó pasar la gran oportunidad de doctorarse en el Masters 1.000 de Roma ante el danés Holger Rune, una de las promesas del circuito, al que batió en dos sets, por un doble 7-5, tras un intenso intercambio de golpes de casi dos horas.

Después de la tormenta, llegó la calma en Roma. También en el partido, en el que el gran inicio del danés, siempre rebelde, un torbellino en las pistas, fue apagado poco a poco con el sosiego y la frialdad del ruso, que, con más experiencia en grandes finales, se manejó perfectamente para aguantar las embestidas del danés y golpear en el momento perfecto.

Y eso que no es algo fácil para Medvedev en tierra batida, una superficie que históricamente le ha sido esquiva pero que en Roma se ha convertido en su mejor aliada. Batió a Zverev en Octavos y a su amigo Tsitsipas en Semifinales para acceder a la primera Final de su carrera en este suelo. No la dejó escapar el moscovita, que abandonó Roma con un nuevo registro que puede hacer temblar un Roland Garros huérfano sin Rafa Nadal.

Probablemente el ruso fuera el único tenista contento con la lluvia constante y la humedad de la capital italiana, ya que le permitieron ir creciendo poco a poco en una arcilla en la que se encontró como en casa en la Final, exhibiendo un nivel muy superior al que mostró en otras ediciones.

Como era de esperar, en un partido abierto y sin favoritos por las condiciones meteorológicas y las características de ambos, el primer set se presentó igualadísimo. Entró con mejor pie el danés, que tuvo dos bolas de 'break' que desaprovechó en el quinto juego y que le pasaron factura al final de este envite porque el verse contra las cuerdas, el ver cómo todo por lo que había trabajado en estas dos semanas podía quedar en nada, dieron vida a un Medvedev que empezó a carburar y a sentirse con confianza.

Rune fue superado ya por la situación, controlada absolutamente por un Medvedev que se aprovechó de dos bolas de break para arrodillarse en la tierra batida, celebrando por primera vez en esta superficie, un doctorado tardío pero que llega en un momento inmejorable, a las puertas del 'Grand Slam' más importante de arcilla.

jl/I