Recaptación de serotonina

El arte más poderoso de la vida es hacer del dolor un talismán que cura, una mariposa que renace florecida en fiesta de colores

Frida Kahlo

El mundo hay que fabricárselo uno mismo, hay que crear peldaños que te suban, que te saquen del pozo. Hay que inventar la vida porque acaba siendo verdad

Ana María Matute

Se aproxima el termino de año y con ello esa necesidad humana de intentar hacer pausas y destinar tiempo para realizar un arqueo, un corte de caja. Una evocación de las historias vividas traducidas en logros y quebrantos. Leídas con una mirada casi obsesiva que abriga a su vez la tentación de evaluarlas y de situarlas en algún lugar de ese exitómetro ficticio. Ineludiblemente, habremos de habitar esa sensación de incompletud y desazón.

Para mantener la prudencia y la cordura, y experimentar una oportuna regulación emocional, habría que ser generosos y contenernos con la compasión de nuestro propio abrazo. Se recomienda que éste sea amoroso, profundo, sentido, cálido, largo. Uno que logre acomodarnos las tristezas y decorarnos el mundo interno. Uno que nos permita observar con gentileza la sabiduría conquistada.

Se avecinan tiempos de luces, de fiestas e intercambios de regalos. Son tiempos de celebraciones laborales, reuniones con amigos y convivencias familiares. Habría que dedicarse a disfrutar, a reír e ilusionarse. Y quienes disfrutan con ruido, deberían poder respetar la satisfacción que otros encuentran en el silencio, el chocolate amargo y el queso.

Es una época que exige una mesura en las finanzas, un autocontrol consciente y reflexivo. Después de todo e irremediablemente, como diría el escritor Eduardo Galeano, “la publicidad manda consumir y la economía lo prohíbe”. La salud mental está vinculada con el manejo de las finanzas y el bienestar emocional también tiene relación con la salud financiera.

Procuremos que la mirada nostálgica al pasado sea tan sólo un estímulo para rediseñar el camino presente y construir un nuevo proyecto de vida. Después de todo, ya vendrán otros amores, otras amistades, otros vínculos laborales, otras oportunidades, otros tiempos. Después de todo y contra todo presentimiento, volveremos a “estar”, volveremos a estar bien y a vivir consciente y profundamente.

Cultivemos en caminos fértiles. Abramos nuestro corazón y compartámoslo con los otros. El mejor regalo que podemos darle a los demás es y será siempre, el reflejo de nuestro propio trabajo interno.

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