El director general del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), Francisco Rivas, sostuvo que la violencia que enfrenta actualmente Michoacán no es un fenómeno nuevo, pero sí ha escalado a niveles sin precedentes, como quedó demostrado con el reciente atentado mediante un coche bomba.
Para el especialista, este tipo de actos revela un deterioro en las capacidades institucionales de contención.
Francisco Rivas afirmó que el Estado tendría la posibilidad de no estar rebasado, pero no existe la voluntad política para emprender las acciones de fondo necesarias. Entre ellas, mencionó la depuración de partidos políticos, la aplicación de controles de confianza en policías, fiscalías e instituciones locales, así como el fortalecimiento de tareas de inteligencia y la asignación de presupuestos suficientes para prevenir y combatir la delincuencia.
El analista subrayó que el primer paso debería ser un plan integral para reducir la colusión entre autoridades y grupos delictivos. Mientras esa relación persista, advirtió, los esfuerzos seguirán siendo aislados y la violencia no disminuirá. También enfatizó que se requiere cortar el acceso de los grupos criminales al dinero, a insumos para fabricar armas y a la protección que reciben de autoridades locales.
Francisco Rivas señaló además que México enfrenta un problema en el registro de delitos. Aseguró que la reducción de homicidios reportada se explica parcialmente por errores estadísticos en la forma de contabilizarlos, aunque reconoció que algunos indicadores sí han mejorado.
El experto consideró creíble la disminución reciente de homicidios, pues durante los primeros seis meses del gobierno de Claudia Sheinbaum se realizaron más detenciones y aseguramientos que en todo el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. No obstante, sostuvo que, pese a ciertos avances, el país continúa inmerso en una crisis de violencia.
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