El exembajador de México en Estados Unidos, Gerónimo Gutiérrez, advirtió que la decisión del presidente Donald Trump de clasificar al fentanilo como arma de destrucción masiva representa un punto de inflexión sin precedentes en la relación bilateral, al transformar un problema de salud pública y seguridad en un asunto de seguridad nacional para Washington.
De acuerdo con el exdiplomático, esta definición refuerza la tendencia de Trump a ampliar los márgenes del poder ejecutivo, incluso en ámbitos jurídicamente cuestionables, lo que podría derivar en implicaciones legales y operativas de gran alcance. Subrayó que la medida impacta directamente a México, al ser señalado como el principal corredor del fentanilo hacia Estados Unidos.
Gerónimo Gutiérrez consideró que la orden ejecutiva eleva el nivel de riesgo en la relación entre ambos países, especialmente después de la clasificación de los cárteles como organizaciones terroristas, aunque puntualizó que las consecuencias reales dependerán de la forma en que se implemente dicha disposición.
No obstante, destacó el contraste entre el endurecimiento del discurso político y la práctica diplomática. Señaló que la embajada de Estados Unidos en México mantiene una coordinación activa con las autoridades mexicanas en materia de seguridad y recordó que, el mismo día del anuncio, se realizó una reunión bilateral del grupo de implementación de seguridad, cuyo balance fue calificado como positivo por la propia representación estadounidense.
En entrevista para Informativo NTR, añadió que muchas de las decisiones del presidente estadounidense responden a su agenda interna y al intento de reforzar a su base política, porque está perdiendo aprobación y popularidad. Apuntó además que un círculo reducido de funcionarios en la Casa Blanca concentra la toma de decisiones importantes, no siempre alineadas con el trabajo diplomático de la embajada en México.
Finalmente, al referirse al escenario regional, señaló que el giro político hacia la derecha en varios países de Sudamérica refleja el desgaste de gobiernos que no cumplieron sus promesas, más allá de su orientación ideológica.
Sobre Venezuela, estimó cada vez más probable una salida negociada del régimen del presidente Nicolás Maduro ante una presión internacional sin precedentes.
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