Aprovechando la visita que hizo ayer el presidente Enrique Peña Nieto a Lagos de Moreno, el gobernador Aristóteles Sandoval le solicitó intervenir en el conflicto que existe con los ejidatarios de El Zapote, a quienes aún no se les ha pagado parte de las tierras utilizadas para construir el aeropuerto internacional de Guadalajara.

Peeeeeerooo, pues Peña Nieto ni siquiera hizo alguna mención al respecto, al menos públicamente.

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En más de Peña Nieto, les contamos que a pesar de estar en un municipio en donde la violencia ha ido en incremento, con desaparecidos y asesinados (Lagos de Moreno), y en donde la situación de abasto de agua es crítica para toda la zona de Los Altos, ni el presidente de la República ni el gobernador hicieron alguna mención sobre su aporte a la solución de estos conflictos. Nadita.

Que de Lagos se trasladó Peña Nieto a Guadalajara para grabar un espot que dicen servirá para su informe de gobierno. ¿Cuál obra saldrá en el spot? ¡Adivinaron! La Línea 3 del Tren Ligero, la cual fue una promesa que hizo a Aristóteles Sandoval, que destinaría recursos hasta la conclusión de la obra, que aseguran estará lista en 2018, año electoral.

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Ya para cerrar la gira presidencial, les compartimos que sólo le faltó lanzar un largo suspiro (¡ahhhhh!) a Peña Nieto luego de que estuvo en Los Altos de Jalisco. Ahí recordó que cuando andaba de candidato a la Presidencia visitó Lagos de Moreno y una joven (muy guapa) se le acercó y le plantó un beso en la boca. Eso sí, cuando ocurrió, estaba presente su esposa, para que no digan “cosas”. Pero Peña Nieto contó con tanta alegría esta anécdota que dijo que hasta la fecha no sabe quién fue esa mujer que lo besó, porque después de estamparle los labios se fue corriendo.

(¡Ahhhh! Lanzamos otro suspiro). Algo tiene Lagos de Moreno: ahí nació Cecilia Occelli, ex esposa de Carlos Salinas de Gortari, quien visitaba ese municipio, al que benefició con hartos recursos. Algo tiene Los Altos, pues el ex candidato a la Presidencia Diego Fernández de Cevallos conoció a su actual esposa, Liliana León Maldonado, originaria de Arandas (ella fue Miss Arandas), municipio que se enlazó con Tepatitlán gracias a la carretera del amor que apoyó el panista. Sí, algo tiene esa región... (no cupieron los corazoncitos).

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Al ecologista Enrique Aubry le pasó como narra la fábula de Pedro y el Lobo: anunció varias veces su salida y cuando ayer de nuevo lo hizo, pues no le creían. Sin despedirse de sus homólogos ni de su personal, Aubry sorprendió con su carta de renuncia. Y como suele pasar, hasta que se va alguien hablan bien de él: que tenía experiencia, que era negociador, que era amigo y otras lindezas.

Bueno, hasta el priísta Hugo Contreras, con el que tuvo uno de los agarrones más sonados, lo despidió bien; incluso le dijo que lo reconocía como apasionado y defensor de sus ideas. Su coordinador parlamentario, Omar Hernández, descartó que se haya ido por relaciones fracturadas después de la reforma electoral. “No es tan sensible para pedir licencia por eso”, dijo. Lo que sí es que entre ambos se formó una tan buena amistad, que Aubry se va con la confianza de que le cuidará bien el changarro como si estuviera él.

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La sección de espionaje del gobierno estatal… que diga, del Quinto Patio cuenta lo que indagó: Aubry se va porque está harto de que lo ninguneen, no le hagan caso o lo critiquen. Ya no se quiso exponer, y como muchas veces dijo: “Yo de esto no vivo”, así que ¡bye! Ya veremos cuánto tiempo se queda lejos de los reflectores. Creemos que muy poco; ya empezó a dar entrevistas.

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JJ/I