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Hierve la casa rojiblanca

(Foto: NTR)

Los clásicos se definen en la cancha, pero también se juegan en la tribuna. Teniendo al acérrimo rival en frente, la afición de Chivas sabía que tenía que hacer valer su localía ante el Atlas, por eso pintaron de rojiblanco su casa. 

Al tratarse de una cita distinta en la que estaba el orgullo y el mando de la ciudad en juego, con cantos, banderas, camisas y apoyo desde las gradas la barra de Chivas aprovechó para mandar un mensaje contundente: “Somos el alma de Guadalajara”, leyenda desplegada en un tifo en el que apareció la imagen de La Minerva con un escudo del club rojiblanco, y que a su vez estuvo acompañado por cientos de banderas.  

La gente estaba con sus Chivas, pero seguía el divorcio con el técnico Tomás Boy, quien fue abucheado cuando el sonido local dio a conocer las alineaciones. Pero eso quedó de lado conforme avanzaron los minutos, pues el trabajo del estratega rindió frutos con una genialidad de Alexis Vega al 63’ que significó el 1-0 que desató la euforia en el inmueble rojiblanco. 

Mientras los fanáticos de los Zorros que veían caer a su equipo sufrían en la tribuna, una sola voz coreó al unísono en tono de burla: “Sólo una copa en sus vitrinas, serán amargos toda la vida. ¡rojinegro cagón!, ¡rojinegro cagón!”.

Rijosos 

Diversos conatos de bronca se suscitaron en diversos puntos del estadio, como en la tribuna poniente con aficionados de ambos equipos y posteriormente en los pasillos entre seguidores de Chivas. En ambos casos controlarron a los rijosos

da/i