Quinto Patio

En teoría, Antonio Cruces Mada estará confinado a su casa y sólo podrá salir para actividades indispensables. Incluso, tendrá dificultades para ver a sus hijos, ya que el juez de control y oralidad lo mandó a que le pida permiso a un juez familiar para visitarlos solamente en días y horarios establecidos. Eso es en teoría, porque las instituciones no cuentan con la gente suficiente para vigilar el cumplimiento de las medidas cautelares. 

La cosa es que en la práctica bien podría andar por la calle despreocupadamente o seguir yendo a la plaza de toros. Tan despreocupadamente como se ausentó a tres de las citas a comparecer que le habían notificado para el desarrollo de su audiencia inicial y que magistralmente mandó a volar. Ya nomás se tiene que cuidar de que no vayan a salir por ahí otras fotos comprometedoras suyas en algún centro nocturno de Cancún, despilfarrando dinero como si el mundo se fuera a acabar. La prisión preventiva siempre es una posibilidad. 

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Mirza Flores, la diputada naranja, está acusada por un particular de tráfico de influencias y la Contraloría interna del Poder Legislativo la investiga. Lo que hay que cuestionar es cómo puede, al mismo tiempo, dirigir las tareas en la Comisión de Vigilancia y Sistema Anticorrupción y estar bajo la lupa por temas de posible corrupción, lo cual resulta pa-ra-dó-ji-co. 

Algunos actores se han mostrado sorprendidos de que, por la responsabilidad legislativa que tiene, esté bajo investigación y que no pida licencia a la titularidad de la comisión mientras se indaga; o cómo es que puede estar realizando las dos cosas, o cómo explicarlo desde el punto de vista ético. Claro que sí es inocente hasta que se demuestre lo contrario, pero mientras tanto podría ser prudente y deslindarse en tanto se investiga y hay resolución; o quizás sea un caso que debe revisar el comité de ética de manera preventiva, ahora que recientemente se instaló. Ya tiene tarea. 

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A esta saludable vecindad ya hasta flojera le da hablar del dengue. Esa abulia nos viene luego de que semana tras semana, tras semana, hasta contar siete seguidas, Jalisco es líder en cuanto a casos confirmados, probables o de defunciones, y escuchamos similar discurso de las autoridades de Salud. Algo que debería de por lo menos sonrojar o dar alguna vergüencilla profesional, pos no, no pasa nada. La presencia del dengue se normalizó. Los primeros lugares lo normalizaron. 

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La diputada federal de Morena Tatiana Clouthier estuvo en la FIL para hablar sobre su volumen Juntos hicimos historia y no dejó escapar la oportunidad para ponerle un raspón al gobernador Enrique Alfaro. Durante la presentación de aproximadamente 45 minutos intentó lanzar una estocada al hablar de los logros en materia de democracia de AMLO: “Me encantaba cuando oía la inauguración del gobernador de Jalisco, un discurso muy invitador a fomentar la democracia, y la gran pregunta es si él la fomenta aquí, pero ese será otro tema”, apuntó dejando la cuestión en el aire. 

Donde la legisladora se soltó fue con la última pregunta. Pidió Tatiana que se le exijan cuentas a Alfaro en materia de seguridad pública y se llevó de frente en su respuesta a los “jalisquillos” (como despectivamente se refieren los chilangos a los oriundos de acá), y a los políticos José Natividad González Parás, de Nuevo León, y Quirino Ordaz Coppel y Malova, de Sinaloa, todos gobernadores o ex gobernadores de sus respectivos estados. La diputada hasta habló con referencias muuuuuy viejas, de los años 80, de Sarita Cosío y Rafael Caro Quintero. ¡Uhhhh! Como que le falta actualizarse en historia política jalisciense. 

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