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Elecciones 

En un año exactamente, los mexicanos volveremos a las urnas a ejercer nuestro voto. Serán las elecciones intermedias del sexenio del presidente López Obrador las que definirán la forma en la que cierre su gobierno. Marcarán si AMLO concretará su proyecto o terminará como un disminuido administrador. 

Es que se juegan muchas cosas en las elecciones del 2021, no solamente 15 gobernadores, muchos alcaldes y congresos estatales. La joya de la corona para López Obrador es la mayoría en la Cámara de Diputados. Contar con esa mayoría le garantiza al presidente poder seguir su agenda. 

Perder la mayoría, le significaría toparse con un muro que buscaría debilitarlo en cada decisión, con miras a las elecciones presidenciales del 2024.  

Hoy podemos dividir a los mexicanos en tres grandes grupos. Un grupo representa a todas las personas que votarán por Morena, independientemente de los que haga y diga el presidente. Son todos aquellos que vemos en redes sociales justificando y defendiendo todo dicho y acción del presidente. 

Ahí no hay nada que hacer, seguirán al presidente hasta el final. 

Otro gran grupo agrupa a todas aquellas personas que nunca votarían por Morena, independientemente de lo que haga y diga el presidente. De igual modo, ahí no hay nada que hacer, incluso si AMLO de pronto se convirtiera en el mejor presidente del mundo. 

La verdadera batalla se dará en el tercer grupo. Personas que habrán apoyado con mucha esperanza a López Obrador en 2018, pero que ahora, a año y medio del gobierno de la 4T, se sienten decepcionados. Ahí estará la batalla. 

Porque en gran medida ese tercer grupo lo forman ciudadanos de la clase media, que tradicionalmente habían apoyado a los candidatos del PRI o del PAN y que, en las elecciones del 2018 decidieron apoyar un proyecto “externo”. 

Históricamente, la izquierda en México nunca había tenido en una elección presidencial, más de 15 millones de votos. Lo que había resultado insuficiente para llevar a ninguno de sus candidatos a la presidencia. Fue hasta que la ciudadanía desfondó al PRI y al PAN, que AMLO logró lo que nunca se había logrado: concentrar más de 30 millones de votos, en los que la mitad nunca había votado por una opción de izquierda. 

La batalla electoral de AMLO en 2021, estará en las manos precisamente de ese voto decepcionado de la clase media. 

Twitter: @Israel_Macias

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