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Reforma a ley estatal migrante, una prioridad

Jalisco tiene hoy la oportunidad de construir una ley que reconozca el derecho de las personas a migrar, a quedarse o a regresar.

Tres ciudades en el estado iniciaron la conversación “Jalisco Global”, organizada por la Dirección de Atención a Personas Migrantes para escuchar, compartir y discutir los desafíos de una movilidad humana cada vez más diversa. El Grullo, Ocotlán y Guadalajara albergaron encuentros regionales a los que acudieron autoridades municipales y estatales, lo mismo que académicos y organizaciones de la sociedad civil que atienden a personas migrantes, además de comunidades de jaliscienses en el extranjero y sus familias.

Los denominados “Diálogos Regionales para la Reforma de la Ley de Protección y Atención a Migrantes” pueden ser más que una mera consulta organizada por el gobierno de Jalisco, para entender el proceso de la movilidad humana y proponer, desde abajo, una nueva ley que entienda y atienda lo que significa migrar, retornar, transitar o asentarse en esta entidad.

Porque es claro que la ley vigente no responde a las necesidades actuales; que en Jalisco no se atiende a las personas migrantes con un enfoque de derechos humanos, ni se cuenta con una estructura institucional y presupuesto suficientes. De ahí que, desde la Dirección estatal de Atención a Migrantes se plantea armonizar la legislación local con estándares internacionales.

Las propuestas que van identificándose en estos diálogos son visibilizar a la población en contextos de movilidad: personas refugiadas, desplazadas internas; migrantes de retorno; la instalación de módulos regionales de atención al migrante; creación de comités de ciudades hermanas para reforzar los vínculos con comunidades jaliscienses en el extranjero y la asignación de presupuestos suficientes que garanticen la puesta en marcha de políticas efectivas. Estas necesidades parten de la experiencia de quienes viven el costo emocional, económico y social de la movilidad humana.

Cada pueblo o comunidad en Jalisco tiene historias de partida, de ausencia y de retorno. Actualizar la ley migratoria es una deuda que mantenemos con miles de jaliscienses y también con nuevos residentes que llegaron a esta entidad desde muy distintos países y, que construyen con nosotros el desarrollo del estado, dentro y fuera de sus fronteras.

Pero es temprano para sonar las campanas. Legislar en favor de las personas migrantes es entender que las personas realizan la movilidad para vivir; no para huir, para procurarse una mejor condición y oportunidad de vida.

Aún queda trecho por recorrer para mantener viva la participación ciudadana y evitar que estas y otras propuestas que se discuten o perfilan, se diluyan entre plazos, comisiones o intereses burocráticos. Peor aún, puedan utilizarse con fines partidarios o políticos de cara a las elecciones que todavía no llegan. En cambio, si estos diálogos se traducen en una ley viva, cercana y eficaz, Jalisco podría marcar un precedente nacional en la forma en que vemos y atendemos a las personas migrantes; para que la movilidad humana pueda realizarse con seguridad, de forma ordenada y regular.

X: @claudiaacn

jl/I