La violencia política en razón de género volvió a evidenciarse en Jalisco tras el vacío que dejaron diputados y diputadas en la glosa de Fabiola Loya, secretaria de Igualdad Sustantiva, un episodio que –aunque lamentable– es más común de lo que se quisiera, advirtió Daniela Hernández, abogada y cofundadora de la agrupación multipartidista Paritaristas.

Señaló que este tipo de violencia busca disminuir los derechos políticos de las mujeres y se manifiesta de varias formas, como ocurrió con Loya. Aunque Jalisco es el segundo estado con mayor incidencia nacional, solo existe un caso judicializado, por lo que consideró urgente revisar la falta de sentencias y la debilidad institucional para atender estas agresiones.

Recordó que la agenda de defensoría pública especializada sigue pendiente, a un año del próximo proceso electoral. Aún es posible avanzar, dijo, en la capacitación de ministerios públicos y en la creación de rutas de seguridad para mujeres candidatas, quienes enfrentan riesgos distintos a los de los hombres al recorrer calles o realizar actos de campaña.

Hernández subrayó que la violencia también se vive dentro de los partidos. Celebró que Movimiento Ciudadano capacitara recientemente a sus militantes, pero insistió en que debe haber acompañamiento real para que las mujeres se sientan seguras dentro de sus partidos, antes de salir a buscar el voto.

Sobre la ausencia en la glosa, llamó al Congreso a asumir responsabilidad: Loya, dijo, representa poder y la voz de muchas mujeres. No habrá oportunidad de repetir su comparecencia y se ignoró el esfuerzo destinado a presentar avances y a justificar la necesidad de mayor presupuesto para combatir la violencia. “Es desagradable y preocupante que una Secretaría que requiere crecer y fortalecerse no reciba la importancia que merece”, afirmó.

La violencia política, concluyó, ocurre todo el año y en todos los puestos, no solo en campañas. Sin sentencias, el ciclo se repite; por ello urgió a modificar leyes y construir una agenda conjunta para erradicarla.

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