Miles de fanáticos mexicanos y extranjeros se dieron cita este miércoles en la capital mexicana con orejas de rana, sombreros de paja, flores en el cabello y atuendos tropicales para celebrar el primero de ocho conciertos del puertorriqueño Bad Bunny en el Estadio GNP Seguros.
A la primera presentación del cantante se añadió la expectativa en que personajes aparecerán en “La Casita”, el espacio donde el artista convive con invitados especiales.
Desde primeras horas de la tarde, los alrededores del estadio se transformaron en un carnaval de texturas, colores y acentos. Turistas de más de 70 países se mezclaban con jóvenes mexicanos provenientes de decenas de estados, todos en busca de vivir la primera de las ocho noches del “Debí tirar más fotos World Tour” en Ciudad de México.
El ambiente estaba marcado por coronas de flores, orejas de rana convertidas ya en un talismán entre los seguidores del cantante, camisas hawaianas y sombreros playeros que poblaban cada acceso.
Para muchos, la emoción no estaba solo en escuchar la lista de éxitos del puertorriqueño, sino en descubrir qué artistas aparecerían en “La Casita”, el espacio del escenario donde Bad Bunny comparte momentos con amigos y figuras del espectáculo.
El atractivo de "La Casita"
“Estamos esperando que traigan muchos invitados a La Casita. Hoy va a venir J Balvin, está firmado”, señalaron Diego y Ulises, dos fanáticos capitalinos que aseguraron querer bailar “120”, una de las canciones más pedidas por el público joven.
A la par, cientos de visitantes internacionales llenaban la explanada.
Entre ellos, un grupo proveniente de Venezuela pero residente en Estados Unidos que relató la odisea que significó obtener sus entradas. “Pagamos 300 dólares cada uno, fue en reventa. Ahorita estamos esperando que nos llegue el último boleto”, explicaron entre risas y algo de nervios Citlali y Amalia.
Para ellas, escuchar “Nueva York” era la meta emocional de la noche y también coincidían en el mismo deseo colectivo de ver a J Balvin en "La Casita".
En otro punto, Andrea y Karen, amigas que se reencontraron en la capital mexicana para el concierto —una desde Rosarito, al norte de México, y la otra residente en California, Estados Unidos— celebraban el esfuerzo que las llevó hasta ahí.
“Trabajé muy duro como enfermera para llegar hasta acá”, contó Karen, quien confesó que soñaba con escuchar ´Boquete´. Ambas esperaban de invitada a la cantante mexicana Julieta Venegas.
Marian y Aranza, quienes viajaron a Ciudad de México desde el puerto de Lázaro Cárdenas en el estado de Michoacán, oeste del país, se dijeron emocionadas tras conseguir boletos en la primera preventa tras siete meses de espera.
Confiaron en que Bad Bunny interpretaría algunas canciones exclusivas. “Ahorita mi favorita es ‘Nueva York’”, dijo una de ellas, mientras presumían sus accesorios que compraron por unos 300 pesos para completar el atuendo tropical de la noche.
“Estamos felices, muy contentas aunque creo no vamos a aguantar el frío”, bromearon.
La residencia en Ciudad de México
La escena, más cercana a un festival multicultural que a un solo concierto, marcó el arranque de una residencia que reunirá a cientos de miles de personas y que convirtió a la Ciudad de México, al menos por estas noches, en la capital latinoamericana del turismo musical bajo el símbolo del Conejo Malo.
Con el aforo de espectadores mexicanos y extranjeros de más de 70 países, inicia una serie de conciertos del Conejo Malo, un fenómeno musical que combinará récords de venta de boletos, llegada de público extranjero y una derrama económica millonaria para la ciudad.
Las presentaciones se celebrarán del 10 al 21 de diciembre, con fechas los días 10, 11, 12, 15, 16, 19, 20 y 21, todas anunciadas como agotadas desde semanas antes del arranque de la gira latinoamericana.
De acuerdo con estimaciones de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México, los ocho conciertos de Bad Bunny en la capital dejarán una derrama económica superior a 3 mil 200 millones de pesos, impulsada sobre todo por la venta de boletos, el consumo de alimentos y bebidas y el aumento en la ocupación hotelera en las zonas aledañas al estadio.
Las autoridades capitalinas calculan que entre 500 mil y 520 mil personas asistirán a la serie de espectáculos, lo que supone llenar en varias ocasiones la capacidad del Estadio GNP y consolidar a la Ciudad de México como uno de los mercados más importantes para las grandes giras musicales.
La promotora Ocesa informó que a los conciertos acudirán fans procedentes de 77 países, que han elegido la capital mexicana como destino para ver al artista puertorriqueño.
GR









