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En Temaca ya no tienen miedo

ANTE EL ZAPOTILLO. En el poblado hay un ambiente tranquilo, según María González Valencia, integrante del Imdec. (Foto: Alfonso Hernández)

En Temacapulín los habitantes están tranquilos, pero dispuestos a mantenerse en la lucha. Esta semana se definieron las primeras acciones a realizar después de la firma del acuerdo de distribución de agua del río Verde entre los gobernadores de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, y de Guanajuato, Diego Sinhué Rodríguez.

La investigadora María González Valencia, del Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (Imdec), quien estuvo presente en las últimas reuniones de los habitantes de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, aseguró que en esas comunidades “han perdido la credibilidad en las autoridades, pero no tienen miedo”.

En entrevista con este diario, González Valencia aseguró que los pobladores encienden las luces de alerta ante los anuncios que podrían implicar que se retomen las obras de la Presa El Zapotillo; sin embargo, “hay un ambiente tranquilo. Los han amenazado tantas veces que para ellos es como un ‘ahí viene el lobo’, pero no están angustiados. Han perdido el miedo y están dispuestos a luchar hasta las últimas consecuencias, hasta el final”.

Una de las primeras medidas que se tomaron es mantener la alerta ante la posibilidad que ingresen personas extrañas a los poblados. “Van a revisar quién entra y quién sale, porque en cualquier momento pueden llegar personas del gobierno a querer convencer y ellos de lo que están convencidos es de no salir de su territorio”.

En los próximos días, agregó, se darán a conocer las acciones que se emprenderán.

María González señaló que entre los habitantes de estos poblados hay confianza en el gobierno federal. En lo que va de la actual administración, que encabeza Andrés Manuel López Obrador, han sostenido tres reuniones formales, la primera a finales del mes de enero en Palacio Nacional, y dos más en la Secretaría de Gobernación, en el mes de marzo y el 9 de julio. En todas, los funcionarios con los que han platicado se han comprometido con tres puntos: “Que habrá respeto a los derechos humanos, que habrá respeto a los pueblos y que no serán inundados”.

Destacó que incluso han logrado ser un contrapeso para que el presidente de la República no tome decisiones precipitadas y la prueba es que en su reciente visita a Jalisco “no tocó el tema”. Incluso, consideró que después de ese día hubo un cambio en el discurso del gobernador Enrique Alfaro, quien “ahora sí incluyó a las comunidades en la ecuación”.

González Valencia aseguró que los habitantes de los tres poblados no están cerrados al diálogo y que fueron ellos quienes enviaron una solicitud formal de entrevista al gobernador Enrique Alfaro. Esa comunicación, explicó, no será para hablar de la altura de la cortina, sino sobre la disponibilidad y un modelo de gestión integral del agua.

Consideró que el gobierno de Jalisco debe dar a conocer los datos que tiene sobre la disponibilidad de agua en la cuenca, porque incluso el estudio de la UNOPS (Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, por sus siglas en inglés) arroja que no hay agua suficiente para cumplir el acuerdo de distribución que se firmó con Guanajuato.

De la situación actual de los pueblos, afirmó que en Temacapulín y Acasico no ha habido cambios en la vida cotidiana, que solo se ve afectada por la migración, aunque con un regreso permanente. En Palmarejo, después del desplazamiento forzado, la mayor parte de las viviendas fueron derruidas, pero la actividad agrícola se mantiene intacta. “Algunos se fueron a Talicoyunque, luego a Cañadas de Obregón o a Temacapulín, pero todos los días siguen cultivando la tierra”.

“Hay un ambiente tranquilo. Los han amenazado tantas veces que para ellos es como un ‘ahí viene el lobo’, pero no están angustiados. Han perdido el miedo”

María González Valencia, integrante del Imdec

JJ/I