¡Cuidemos el agua! ¡No a los refrescos!

En unos días más estaremos entrando a la temporada de calor y relacionado a ello se presentarán algunas situaciones, entre ellas incremento del uso del agua almacenada en las diversas presas del país y explotación de acuíferos para usos industriales, agrícolas, ganaderos y domésticos, así como para consumo personal.

Lo que es muy preocupante es que hoy la noticia es que muchas presas del país están casi secas o con contenido muy por debajo de lo que deberían contener. Hoy en varias ciudades del país ya están con problemas de abastecimiento de agua y unos días cuentan con este importante recurso y otros días no.

La verdad es que no siempre valoramos la importancia del agua y que las administraciones gubernamentales generalmente trabajan con una visión cortoplacista y, por tanto, no abordan los problemas y las necesidades para que a largo plazo no generen graves crisis sociales.

Imaginemos que sería nuestra vida sin contar con agua.

Lo cierto también es que las y los ciudadanos no siempre estamos dispuestos a colaborar para que no se genere la crisis de insuficiencia del agua.

En este contexto, me permito presentarles algunas alternativas:

• Exigir a las autoridades y legisladores y a las y los candidatos propuestas y compromisos para el manejo sustentable y uso responsable y racional del agua
• Practicar consistentemente el uso responsable del agua (ya presentaremos diversas medidas)
• Reducir considerablemente el consumo de refrescos
• Exigir que en todas las escuelas eliminen la venta de refrescos

En esta ocasión, presentare los beneficios de estas dos últimas propuestas:

• Considerando que, de acuerdo a investigadores de la UNAM, para producir un litro de refresco se utilizan casi 70 litros de agua, el reducir o eliminar este consumo nos permitiría ahorrar mucha agua
• Considerando el grave problema de salud pública que representan la obesidad y el sobrepeso, que nos pueden llevar a enfermedades crónico-degenerativas, y el exceso de azucares y calorías que contienen los refrescos, nos permitiría preservar nuestra salud y la de nuestros seres queridos
• Considerando lo costoso que es la compra de refresco y que muchas personas lo consumen regular y hasta en exceso, nos permitiría tener un ahorro muy significativo de dinero
• Considerando que lo que las y los niños viven cotidianamente en su hogar y en la escuela lo van incorporando como aprendizajes para su vida, nos permitiría educarles para practicar estilos saludables de vida

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