La mentalidad de los hombres no avanza con la misma rapidez que la ciencia y la tecnología. La humanidad puede construir una democracia para luego derribarla y transitar a una dictadura y luego de nuevo a la democracia. Ocurre igual con la paz y con la guerra, avanzamos “en zigzag”. Esta fue una de las reflexiones que Amin Maalouf, premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2025 compartió ayer en su encuentro con Mil Jóvenes.
El escritor libanés señaló que la ciencia y la tecnología avanzan cada vez más rápido y esa aceleración extraordinaria sucede desde hace una veintena de años, además que va a continuar y “no hay nadie que la pueda detener”. En cambio, “las mentalidades están a veces en vías de avanzar, de regresar, de caer, de levantarse”.
Lo curioso, reflexionó, es que el hombre tiene en sus manos “fuerzas enormes” que ofrece la ciencia, como nunca había ocurrido en la historia de la humanidad, pero esas fuerzas “las utilizamos más por malas razones. Tenemos un poder extraordinario, pero lo utilizamos para combatir al vecino”.
Las guerras son un ejemplo, agregó, porque usamos esa fuerza que nos da la ciencia y la tecnología para ir a conflictos que se remontan a siglos atrás.
El autor de ‘León el africano’ e ‘Identidades asesinas’, entre otras obras, fue cuestionado también sobre el 1984 de George Orwell. Dijo que es un autor que le gusta mucho y que ese es uno de los libros más significativos para el mundo actual, “porque tuvo una visión muy precisa de las posibilidades de evolucionar hacia un mundo que fuera deshumanizado”.
Pero hay diferencias entre el mundo que Orwell imaginó y la realidad, aclaró. Porque en 1984 la tiranía la impone el poder, y la tiranía actual “nosotros mismos nos la impusimos”. En el texto de Orwell, las pantallas eran impuestas. En el mundo actual nosotros nos las imponemos, porque queremos ciudades seguras o por otras razones.
Los jóvenes también le preguntaron sobre las posibilidades de paz. Admitió que es complejo, porque “tenemos sociedades en crisis, que buscan la causa de la crisis y que toman la causa que les parece la más pertinente”. Por ello, en Europa se dice que la causa es el Islam, mientras que en América se habla de los migrantes. “La cuestión no está ligada a una religión; en cada lugar se toma lo que se cree que puede ser movilizador de ciertas opiniones”.
Eso sí, aclaró que por primera vez la humanidad tiene las herramientas, en la ciencia y la tecnología, para resolver todos los problemas del mundo. Ahí debe residir la esperanza.
Maalouf también habló de sí mismo. Cuando le preguntaron por qué comenzó a escribir, dijo que le venía de familia. “Mi padre escribía y siempre lo vi escribir. En mi mente de niño trabajar era escribir, así que cuando quise trabajar, obviamente pensé que tenía que escribir”.
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