El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, descartó que la explosión del coche bomba ocurrida en Coahuayana, Michoacán, sea considerada un acto de terrorismo. Desde la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, el funcionario afirmó que se trata de una agresión propia del crimen organizado y no de un ataque con fines políticos, ideológicos, religiosos o sociales.
Harfuch explicó que la embestida habría sido perpetrada por integrantes de una célula delictiva vinculada a alguno de los grupos que operan en la región: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Tepalcatepec o Cárteles Unidos. Señaló que estos grupos han agredido en distintas ocasiones a policías comunitarias, algunas reguladas desde 2016, y mantienen disputas por control territorial.
El secretario detalló que, según las primeras indagatorias, el objetivo del ataque fue fortalecer o expandir actividades ilícitas como el trasiego de drogas, la extorsión y el dominio de rutas estratégicas en la zona, por lo que no cumple con la definición legal de terrorismo.
“Estos son delitos de tráfico de armas; por eso la carpeta de investigación se inició en la FEMDO. No es por terrorismo, porque tanto en la ley mexicana como en la internacional, terrorismo implica imponer objetivos políticos, ideológicos, religiosos o sociales. En este caso, se trata de actos criminales para ampliar sus actividades”, afirmó.
La investigación continúa bajo la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), mientras el gabinete de seguridad mantiene vigilancia en Michoacán y Sinaloa, estados donde se han registrado recientes escaladas de violencia.
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