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Voto útil: falso dilema

El imaginario colectivo suele entender muchas cosas alrededor del concepto voto útil: oportunidad de cambio o de continuidad, pragmatismo, negación del ideal o hasta sinónimo de pereza mental. 

Según el Diccionario panhispánico del español jurídico de la Real Academia Española el sufragio útil es: “Voto que ante una decisión se emite a favor de una opción que, aun no siendo la preferida, tiene mayores posibilidades de derrotar a otra cuyo triunfo no se desea”. 

Ni más ni menos. 

Las elecciones mostrarán de manera muy clara la cultura política que existe en México… o la falta de ella. Es la oportunidad que los votantes demuestren que comprenden la diferencia entre intentar acotar el poder del presidente en la Cámara de Diputados y el esfuerzo por equilibrar la presencia política estatal votando en contra del partido del gobernador en el Congreso de Jalisco. 

El voto útil es diferente según quien lo mire o el sector de población al que se pertenezca. 

El voto útil para las mujeres es aquel dirigido a quienes pretendan atender los temas de género fundamentales en nuestra entidad. Es aquel que responda a la inseguridad (existencial, laboral, etcétera) que viven y a los derechos que todavía necesitan tener. En Jalisco, Las Paritaristas han apostado por equilibrar la balanza y son una opción real. 

El voto útil para las y los jóvenes debe ser para aquella fuerza que considere las oportunidades que no tienen y busque cómo resolver la precarización que sufren. 

El voto útil para los adultos mayores puede inclinarse por aquel que le garantice la continuidad de las pensiones y los programas de apoyo que reciben (incluso incrementarlos). También aquella opción política que promueva recursos para el sistema de salud y que procure medicamentos suficientes. 

El voto útil debe considerarse con el prisma de cada minoría étnica o religiosa y que tenga propuestas claras que atiendan la agenda alrededor de la orientación sexual, discapacidad o identidad. La democracia, imperfecta como es, es el único sistema político capaz de darles voz y presencia a los menos. 

El voto útil en los municipios es el más sencillo. Radica en apostar por un candidato que, no sólo tenga posibilidades de ganar, sino sufragar por aquel que se convierta en regidor de oposición. 

En estas campañas hemos sido testigos de algunas propuestas de suspirantes que son muy interesantes, perfiles dignos de seguirlos en su incipiente carrera política. Candidaturas que no tienen la más mínima posibilidad de ganar (por falta de estructura, desarrollo de marca o identificación pública) pero que pueden hacer una diferencia haciendo gobierno como ediles. 

A nivel federal, el voto útil es clave para borrar la posibilidad del lerdo sufragio masivo por Morena. Quitarle esa tentación totalitaria a AMLO es fundamental para el sano desarrollo del país. También es importante para detener algunas de sus esquizofrénicas iniciativas y regresar algunos presupuestos a su cauce natural. 

El voto útil rumbo al Congreso de Jalisco es aquel que por fin logre atajar el poder de Enrique Alfaro Ramírez y que impida los excesos por parte de la estructura naranja (quien tenía de socios al PAN y al PRI en la actual Legislatura 62, según requerimiento). 

Aquel representante que impida la impunidad de programas como A Toda Máquina o el endeudamiento irracional. Que no sea una mera ventanilla de trámites para el gobernador ni que tolere la ineficiencia o el reparto de culpas sobre las crisis locales (inseguridad, sequía, sanitaria, etcétera). Recordar que votar por un candidato que pierda su contienda no necesariamente provoca que se pierda el sufragio: hay plurinominales. 

El voto útil es un falso dilema. El reto es mediar nuestra elección entre lo importante y lo urgente. 

Twitter: @cabanillas75

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