La ausencia de una política pública de largo alcance para atender la violencia en las escuelas de educación básica en Jalisco mantiene al acoso escolar como un problema persistente y normalizado. Así lo señaló la doctora Esmeralda Correa Cortez, profesora investigadora del Departamento de Políticas Públicas y coordinadora de la Cátedra UNESCO de la Juventud del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA).

La académica explicó que el bullying se alimenta de varios factores: una cultura de violencia profundamente arraigada, la exposición cotidiana a agresiones en redes sociales, la falta de una crianza enfocada en la paz y la escasa articulación entre padres y docentes. A ello se suma que, en la mayoría de los casos, no se atiende integralmente ni a víctimas ni a victimarios, lo que genera un círculo vicioso. Recordó que muchos agresores también enfrentan violencia dentro de sus hogares y, al no recibir apoyo adecuado, pueden repetir patrones que más adelante los coloquen en riesgo de ser captados por el crimen organizado o de cometer delitos en la adultez.

Correa Cortez insistió en recuperar las escuelas para familias con el fin de involucrar a madres y padres en la crianza y establecer un lenguaje común con el personal educativo. Sin embargo, señaló que la falta de preocupación tanto de las autoridades como de algunos padres minimiza la gravedad del problema. Ante ello, consideró indispensable capacitar al personal escolar, establecer protocolos claros y garantizar la presencia permanente de psicólogos en los planteles.

Advirtió que también existe resistencia de algunos padres para asumir responsabilidades, lo que genera confusión en los menores cuando escuela y hogar no actúan en la misma dirección. Para revertir esta situación, se requieren reglas claras, consecuencias precisas y un diálogo constante entre autoridades, docentes y familias.

La investigadora subrayó que la falta de atención en la primera infancia tiene repercusiones severas: en Jalisco, dijo, la mayoría de las personas desaparecidas son hombres jóvenes, lo que refleja la urgencia de construir políticas integrales dentro y fuera de las aulas.

fr