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Muestran realidad emocional de jóvenes en reclusión en Jalisco

Muestran realidad emocional de jóvenes en reclusión en Jalisco

Una intervención realizada durante un año con jóvenes privados de su libertad en el Centro de Observación, Clasificación y Diagnóstico del Estado de Jalisco (Cocydej) evidenció las dinámicas de control, violencia y resistencias que atraviesan la vida cotidiana dentro de este centro. La experiencia fue documentada por la psicóloga Mónica Rojas Medina en la autoetnografía titulada “Existir después de la cárcel: autoetnografía de una intervención con jóvenes privados de su libertad en Jalisco”. 

El trabajo se desarrolló en un entorno que la autora describe como una institución total, donde la autoridad única, los horarios estrictos y la vigilancia permanente regulan cada aspecto de la vida de los internos.  

Entre las herramientas utilizadas destacaron la ética del dolor, un enfoque que prioriza la escucha y la validación de las experiencias de violencia, y la mediación artística, que permitió a los jóvenes expresarse y resignificar su historia a través del arte. Estas prácticas abrieron un espacio seguro para discutir temas que los propios participantes colocaron sobre la mesa. 

Uno de ellos fue la comida, entendida como un anhelo de normalidad y un punto de encuentro que permitía hablar de la familia, el barrio, la violencia institucional y aquello que extrañaban. Otro tema recurrente fueron las masculinidades y las jerarquías que se reproducen dentro del centro, marcadas por el machismo y la represión emocional; ello permitió abordar la violencia que viven y ejercen, así como los mandatos que las masculinidades imponen. 

La muerte también ocupó un lugar central en el taller. Los jóvenes hablaron de la presencia constante de la violencia en sus barrios y del peso de la necropolítica en su vida diaria. En ese contexto compartieron cómo creencias como la Santa Muerte o San Judas funcionan como formas de enfrentar el riesgo permanente. 

Al finalizar el estudio advierte sobre la necesidad de replantear las prácticas en los centros penitenciarios al señalar que las actuales condiciones perpetúan la desigualdad y afectan el bienestar físico y emocional de quienes los habitan. 

jl/I