El consultor en seguridad pública y especialista en crimen organizado, David Saucedo, afirmó que en México sube la percepción de inseguridad, aunque los reportes oficiales digan que los delitos están disminuyendo porque existe una profunda desconfianza ciudadana en la estrategia gubernamental y en las instituciones encargadas de combatir al crimen organizado.
En entrevista para Informativo NTR, David Saucedo explicó que existen al menos cuatro hipótesis para entender la contradicción entre las cifras oficiales y la percepción social. Entre ellas, destacó el maquillaje a las estadísticas oficiales, mediante la reclasificación de homicidios dolosos como muertes accidentales, así como la ocultación de cuerpos en fosas clandestinas: se encuentran menos cadáveres, pero no disminuye la violencia. Añadió que en algunas regiones la aparente pacificación no responde a una acción efectiva del Estado, sino a acuerdos y controles territoriales impuestos por los propios cárteles.
El especialista rechazó que México sea formalmente un “Estado criminal”, pero advirtió que sí existe un debilitamiento de las instituciones democráticas y una creciente penetración del narcotráfico en las estructuras del poder político. Recordó que desde hace al menos cuatro sexenios, gobiernos de distintos partidos optaron por acuerdos con grupos criminales, una práctica que pasó de ser regional a extenderse a buena parte del país, influyendo en procesos electorales y derivando en el asesinato de autoridades locales.
El consultor en seguridad señaló que, ante la incapacidad del Estado mexicano para reducir de manera sostenida los homicidios, la extorsión, el secuestro y el huachicol, Washington desconfía del sistema judicial y penitenciario nacional. Por eso implementó una estrategia de seguridad que se centra en la captura de narcotraficantes de alto perfil, el aumento de decomisos y las extradiciones, y que cuenta con el respaldo de la población, porque el presidente Donald Trump llegó al poder con esas promesas de campaña.
Finalmente, el analista aseguró que la presencia de grupos de élite de Estados Unidos en operativos contra el narcotráfico no es nueva y ocurre desde hace al menos dos décadas. Señaló que lo que podría intensificarse es el número de operaciones conjuntas y el despliegue de efectivos bajo una estricta confidencialidad entre ambos gobiernos.
GR
