Inclusión y discapacidad

Agradezco el intercambio de datos con Paula Martínez Valencia que nos permitió saber que según la COAMEX 2018, la discapacidad es “una condición de vida que se manifiesta con limitaciones en el funcionamiento intelectual, físico, mental o sensorial de la persona, la cual requiere de apoyos en el aprendizaje de habilidades de la vida diaria con el objetivo de lograr la mayor autonomía e independencia posibles, de acuerdo con el contexto en el que viven. Esto con el fin de otorgarles oportunidades de participación efectiva en igualdad de condiciones, garantizando con ello el pleno ejercicio de sus derechos”. La escuela, por lo tanto, es el medio natural para el aprendizaje de destrezas, habilidades y competencias que otorguen a quienes tienen alguna capacidad diferente una igualdad para la participación en una comunidad.

El problema de la falta de inclusión inicia con la ausencia de facilitadores expertos que laboren en las instituciones educativas permanentemente atendiendo a alumnos con dichas características y capacitando a docentes para atenderlos. Continúa la falta de presupuestos para contratar especialistas y otorgar medicamentos adecuados. Podríamos agregar la falta de transporte público que facilite la movilidad de estudiantes, material pedagógico oportuno, instalaciones acondicionadas, equipamiento didáctico, programas especiales que consideren las dificultades de espacio, tiempo, terapias y consultas a las que están sometidos los estudiantes y los familiares directos. Hacen falta programas sociales que apoyen a los padres y familiares responsables de acompañar a quienes deben prepararse para enfrentar la vida de manera autónoma en los siguientes años.

Existen iniciativas gubernamentales como el Programa Nacional para el Desarrollo y la inclusión de las personas con discapacidad y el CONADIS. Sin embargo el presupuesto es insuficiente. La Convención de las Naciones Unidas Sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad cuenta con un comité internacional de seguimiento que promueve que México reporte los avances para cumplir sus compromisos, especialmente en el artículo 24 donde se menciona el derecho a recibir una adecuada educación implementando medidas de accesibilidad en los centros educativos y en su material didáctico. La exclusión social es otro problema que en un Colegio de Zapopan decidieron combatir sensibilizando alumnos y maestros con una dinámica, donde cada uno enfrentó alguna limitación de manera artificial y tuvo que hacer sus actividades de manera normal. Todo discapacitado debiera tener el derecho a laborar y el gobierno la obligación para otorgarle una manera digna de ganarse la vida.

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@Saucedodlallata

JJ/I