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Monte de Piedad y su vocación social

El 25 de febrero pasado, el Nacional Monte Piedad abrió sus puertas hace 249 años con el llamado crédito prendario a personas en situación de pobreza. Es una IAP (institución de asistencia privada) con vocación social de la cuales hay alrededor de 300 sucursales en el país.

Se constituyó el Monte de Piedad con la finalidad de brindar ayuda a los necesitados por medio del préstamo prendario. La visión de su fundador, don Pedro Romero de Terreros, conde de Regla, era que las pocas ganancias al devolver el préstamo y recuperar la prenda serían para limosna de rezos por las ánimas.

La historia señala que Juan Carabantes fue la primera persona en empeñar, y su prenda fue un aderezo de diamantes por el cual se le prestaron 40 pesos de oro, recuperándola en agosto de ese mismo año y dejando una limosna de 8 reales.

A través del préstamo prendario la gente que no tiene acceso a un crédito con la banca tradicional, ayuda a quien lo necesite y con los remanentes que obtiene, ayuda a otras instituciones asistenciales.

Hoy, está en riesgo de quiebra y se presentan dos visiones opuestas: las de los trabajadores y la de los siete empresarios del patronato.

Ante el conflicto, según nota de José Ávila Muñoz, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) sugirió la realización de tres peritajes: uno de la autoridad, uno de la empresa y otro del sindicato. El resultado fue que el futuro de la empresa está en una situación crítica y hay una altísima probabilidad de quiebra. El peritaje del sindicato resultó que estaría quebrando en 2029 y el de la autoridad laboral arrojó que en 2027.

El director del Monte de Piedad, Javier de la Calle, señaló que el empeño ha perdido competitividad porque los bancos han encontrado formas de ofrecer préstamos a la gente, principalmente Banco Azteca y BanCoppel.

“En mayo de 2019 teníamos cerca de 6.3 millones prendas que tienen un préstamo prendario vigente. Mientras que en mayo de 2023 había 4 millones 541 mil, es decir una caída de 28 por ciento”, declaró.

La mayor parte del empeño se da contra alhajas/joyería, y la institución señala actualmente hay mucho menos joyería entre el público, y buena parte del valor de la joyería es el contenido de oro, y las joyas actuales tienen menos oro.

Proponen un horario de 8 a 8, como los demás, y señalan que los trabajadores tienen Seguro Social, y servicio médico privado al mismo tiempo, y continúa una vez que se jubilan en el contrato colectivo de trabajo. Por lo que solicitan eliminar los gastos médicos privados.

La otra visión, la de los trabajadores, es que los siete empresarios del patronato provocaron la huelga para lograr una reestructuración profunda del Monte de Piedad.

Después de que los trabajadores sindicalizados del Monte no han recibido aumento salarial en tres años, y pidieron un incremento de 5 por ciento, pero la dirección no aceptó, quiso la huelga para reestructurar a la institución.

Para el analista social Alberto Aziz Nassif, los servicios del Monte de Piedad benefician a más de 3 millones de usuarios al año; tuvo en 2022 un remanente de 9 mil millones de pesos, así que goza de una buena salud financiera; presta a 6 por ciento mensual, es decir, nada barato. El corazón del conflicto actual es la reestructuración de fondo que se quiere hacer para modificar su vocación social, pero el mayor obstáculo para lograrlo es un sindicato democrático.

Lo que piden los trabajadores a través de la Junta de Asistencia Privada es una intervención para garantizar la vocación social del Monte, y Aziz Nassif remata: “No se puede tener a una institución que goza de privilegios fiscales, maneja montos financieros considerables y opera en la opacidad sin rendir cuentas…”.

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