Como un guion de Netflix

El dramaturgo Oscar Wilde dijo una vez: “Esto es terrible suspenso. Espero que dure”. En efecto, el suspenso proporciona los sentimientos de tensión y expectación. El suspenso en la ficción y en la política no es un fenómeno nuevo.

Una criatura amorfa

El Prianosaurio Mex está enojado y Javier Corral, gobernador de Chihuahua, lo sabe bien. Tocó la espina dorsal de la corrupción del PRI al investigar y denunciar la triangulación de fondos federales provenientes de Hacienda, en la etapa de Luis Videgaray, a los procesos electorales del tricolor.

Se expone cómo, cuándo, dónde y a través de quién los priístas han desviado dinero para perpetuarse en el poder. Exhibe así el modus operandi de la manipulación electoral en México.

El arresto e investigación de Alejandro Gutiérrez, el operador de la triangulación financiera electoral PRI-gobernadores-Hacienda, involucra a decenas de priístas que crearon contratos con compañías fantasma para canalizar los recursos a la elección en el Estado de México.

Javier Corral abrió la caja de Pandora y los priístas la quieren cerrar a zarpazos de Jurassic Park con una campaña de desprestigio contra el gobernador de Chihuahua. Esta historia de suspenso es como una montaña rusa. Por lo pronto, Manlio Fabio Beltrones se ha amparado.

Aire nebuloso

Este asunto se podría haber resuelto en las oficinas de la Secretaría de Hacienda, pero ahora, para bien de los mexicanos, crece y se convierte en ejemplo nacional de las dificultades que enfrenta la lucha contra la corrupción.

El precandidato Meade, de la coalición Todos por México, ofrece meter a la cárcel a todos los corruptos, y como paradoja acusa de torturador de testigos a Corral, cuando el juicio que se le sigue a los operadores de la triangulación, entre ellos Alejandro Gutiérrez, es oral y abierto a los medios.

Con un cinismo cómplice, el encargado de despacho de la PGR, Alberto Elías Beltrán, el mismo que llegó a empantanar el caso Odebrecht, dio una conferencia en la que avisó con anticipación, como si quisiera avisar al prófugo César Duarte Jáquez que esta semana va a presentar tres solicitudes de extradición.

Aguas opacas

Este thriller de la real politik es también un quemadero de periodistas, priístas, empresarios y políticos por las posiciones que han asumido. Ahí en la caja fuerte de César Duarte está el ADN de la corrupción del PRI. Muchos medios y algunos opinadores han difundido la versión oficial del caso Chihuahua sin investigar, sin arañar la información, sin contrastar, sin hacer la chamba, sólo dándole crédito al boletín y a los comunicados de Hacienda.

No han vuelto la mirada a la ONG México Evalúa, que ha analizado muchos años la manera como Hacienda maneja los recursos. Esta prensa que quema a Corral se calcina a sí misma.

En la navidad, el New York Times publicó un largo reportaje sobre la corrupción y la subordinación de los medios de comunicación en México. La respuesta fue el silencio. El reportaje dio ejemplos de las grandes cantidades de dinero que ha gastado el gobierno de Peña Nieto en publicidad oficial.

En el caso del escándalo sobre los desvíos de dinero al PRI, en Chihuahua, excepto uno, los demás diarios no llevaron el tema a primera plana y varios ni siquiera lo mencionaron, y sobre el reportaje de la corrupción de los medios impresos en México, con la exclusión de Reforma, ninguno dijo nada.

Mantener al lector al borde de su asiento es el objetivo principal del escritor de thrillers políticos. Los personajes pueden hacer cosas inesperadas, las situaciones pueden adquirir rápidamente un giro para mejor o peor, o pueden tener un giro inteligente.

Cuando la Caravana por la Dignidad llegue a la Ciudad de México sabremos más de los papeles que encontraron en la caja fuerte de Duarte.

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JJ/I