INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Marco Aurelio para ciudadanos extraviados

El emperador Marco Aurelio es un caso emblemático en el mundo. Emperador y filósofo, analiza la vida, la política y el ser humano. Podemos aprovechar la sabiduría de su libro Las meditaciones de Marco Aurelio para comprender un poco mejor la política nuestra de cada día. Las frases en cursivas son de su texto.

El objeto de la vida no es estar en el lado de la mayoría, sino para escapar de encontrarse a sí mismo en las filas de los locos.

Con el fin de las ideologías y el desdibujamiento de los valores, en pos del pragmatismo, conviene evocar también a José Ortega y Gasset, que expresaba con claridad el imaginario social de los cambios cuando escribió en su libro El espectador, que antes del triunfo de la Revolución francesa una carbonera veía pasar con envidia a una joven marquesa, bellamente ataviada, a quien llevaban cuatro mozos en silla de manos. La carbonera pensaba llena de optimismo: “De ahora en adelante yo seré llevada en silla de manos, y aquella otra mujer llevará el carbón; pero un político resentido de la Revolución francesa enseguida le aclaró: “No, señora; en adelante, todos seremos carboneros”.

Esperar que el malo no haga el mal, es una locura.

La Carpeta de Investigación y el Manual de Campaña se han fusionado en el caso de Ricardo Anaya. Los estrategas de Meade le apuestan a que el escándalo de lavado de dinero hará que baje el Frente muchos puntos, para alcanzar a llegar al segundo lugar, y desde ahí que el PRI pueda derrotar a AMLO. Si las acusaciones tuvieran fundamento, ya estaría preso, pero no sucederá, pues al procesarlo quedaría como víctima-héroe que enfrenta a todo el aparato de poder de Peña Nieto, y su popularidad aumentaría. Lo que llama la atención es que se persiga con saña y con todo el poder al que va en segundo lugar, no contra el que va en la punta.

Todo lo que vemos es una perspectiva, no la verdad.

En una democracia funcional ningún grupo interviene para impedir un resultado que afectaría a sus intereses. Hoy, la ley se usa a conveniencia. Velocidad infinitum en la investigación de lavado de dinero, cuando los casos de Odebrecht, Casa Blanca, Ayotzinapa o el espionaje a periodistas, las estafas maestras, los expedientes han sido archivados. Es deseable que la PGR investigue a Rosario Robles por los desvíos multimillonarios de Sedesol y a Emilio Lozoya por Odebrecht. Las instituciones del Estado, si quieren serlo, deben ser de todos. Hoy la PGR es un arma electoral del presidente, parte del cuarto de guerra electoral del equipo de Meade.

La vida no es buena ni mala, sino un lugar para el bien y el mal.

Conviene recordar lo expresado por don Antonio Caso, filósofo mexicano, en una frase que pronunció en noviembre de 1948 para finalizar una conferencia en la Universidad Nacional Autónoma de México: “La política no es la pugna entre los adversarios, los individuos y la sociedad. Es algo mucho más profundo y superior: la coordinación de todas las personas en el derecho”.

La mejor venganza es ser diferente a quien causó el daño.

Académicos e intelectuales pidieron al presidente Peña Nieto no usar a la PGR para perseguir a candidatos de oposición, como a Ricardo Anaya, y solicitan que si hay pruebas sobre su responsabilidad se proceda en consecuencia. De no ser así, el uso de las instituciones para perseguir a líderes de oposición pone a México al nivel de países autoritarios con democracias disfuncionales. En otras palabras, no defienden a Ricardo Anaya, sino al principio democrático, porque tenemos una PGR palera, dispuesta para lo que el presidente necesite.

[email protected]

JJ/I