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Quinto Patio

Una palabra ligada a la pandemia, en México y, claro, en Jalisco, es sus-pen-sión. Se suspenden cosas allá y acá para prevenir el avance del coronavirus. Otra palabra aledaña es can-ce-la-ción, pues se cancelan actividades acullá y más acullá. Y si no nos cree (¿ya nos llevamos?), revise toooooodo lo que se ha suspendido o cancelado (que parecen sinónimos, pero no lo son), en ocasiones para posponerse luego de que pase la contingencia sanitaria o bien para dar por finalmente concluido lo anunciado. Son días de recogimiento no sólo espiritual, por la próxima Semana Santa, sino de recogimiento casero para aislarse de quienes andan por ahí desparramando virus.

Porque, en ese sentido, anotemos que se suspendieron lo mismo expos, conciertos y la Vía RecreActiva que los accesos al bosque La Primavera, parques metropolitanos y, bueno, hasta a los cementerios. Eso sin contar cierres de museos, casinos y demás; y que diversas dependencias e instituciones restringen el ingreso de personas como el Siapa, el Congreso del Estado y hasta los bancos. Esto, recordando que ayer fue el primer día en que más de 1.8 millones de alumnos cambiaron las aulas por sus casas. Hay una voltereta total a las rutinas sociales masivas. ¡Hijo e su…!

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En esa tónica, anoche el gobernador Enrique Alfaro anunció que desde hoy se bajarán temporalmente las cortinas, puertas y ventanas de casinos, antros, cantinas, centros nocturnos y bares que concentren más de medio centenar de personas por más de 30 minutos. O sea, habrá sólo unos poquitos dentro de estos sitios del buen libar.

En gimnasios, cines y restaurantes se deberán reforzar medidas de limpieza y disminuir la afluencia. O sea, más vale resguardarse en casita, cual isla salvadora de ese maligno bicho que recuerda a conocida cerveza que tenemos en mente para construir otras realidades que amortigüen modernas pestes. ¡Salud!

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La que posiblemente andaba esparciendo bichos de influenza fue la diputada del PRI Mariana Fernández, que reconoció su enfermedad, pero así fue a trabajar. Y aunque posiblemente está de salida, aún era notorio que se halla enferma, así que si le hubieran aplicado el filtro sanitario con rigor como en las escuelas no la hubieran dejado entrar. Ni cubrebocas usó la mayor parte del tiempo… o, ¿tenía permiso del doctor y no lo mostró? Cuando menos no lo dijo y no se notó.

En la Junta de Coordinación Política, el emecista Salvador Caro lamentó que en los ingresos del edificio por avenida Hidalgo se estuvieran relajando las medidas sanitarias, señalando que era un área de oportunidad. Pero lo realmente importante es que las familias de desaparecidos, ausentes o víctimas seguirán esperando la justicia en cuanto a reformas legales. La ley de desaparecidos lleva dos años en la congeladora y tendrá todavía que esperar más por el coronavirus. Supuestamente mañana habría avances, y pues, ahora, sería hasta después de Semana de Pascua.

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A puerta cerrada, el gobernador tomó protesta al Consejo Ciudadano de Seguridad, integrado por él, Margarita Sierra y seis representantes de la sociedad civil. Según eso, el objetivo del consejo es hacer recomendaciones y propuestas para mejorar las estrategias de seguridad en el estado. ¿Será que el gobernador les hará caso? Con eso de que vive en un estado muy seguro y no acepta críticas, resultará complicado que atienda lo que indique el consejo.

Los seis representantes ciudadanos pertenecen a la Univa, el ITESO, la Universidad Panamericana, el Tec de Monterrey, Jalisco Cómo Vamos y Tómala, AC. Ojo: la UdeG no está incluida en el consejo; ¿será que las críticas del Observatorio Ciudadano de Seguridad y Justicia fueron factor en esta omisión?

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jl/I