Todos los enemigos del presidente

Desde que tomó posesión como titular del Ejecutivo, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha incorporado a su haber un extenso rosario de enemigos (reales o imaginarios). Si bien la cauda de adversarios ya la traía desde que ha estado en la vida pública, ahora en los tres años y medio en la silla presidencial se han multiplicado sus opositores con singular alegría. Antes se generalizaban en la “mafia del poder”; ahora los ha parcelado dependiendo del vaivén político. Y vaya que no deja títere con cabeza: la lista es amplia.

Y todos ellos son insultados y descalificados. A periodistas y medios de comunicación les dijo que “le muerden la mano a quien les quitó el bozal”; “hampa del periodismo”, “prensa fifí”, “conservadores”, “chayoteros”, maiceados y calificarlos como “paladines de la transparencia y la honestidad” (con sarcasmo), “sacaron el cobre”. La clase media: individualista, aspiracionista, sin escrúpulos morales; partidarios de “el que no transa, no avanza”. Legisladores de la oposición: traidores de la patria, defensores de empresas extranjeras, respaldan a saqueadores. España: nos ven como tierra de conquista.

Universitarios: mantienen cotos de poder, influyentismo y cooptan a maestros, la mayoría son aplaudidores del régimen de corrupción. CIDE: un despropósito comparar con el 68, son azuzados por Sergio Aguayo, una deshonestidad intelectual. Calificadoras: “es charlatanería”. Abogados: vergüenza ser empleados de empresas extranjeras, traidores de la patria. Ecologistas: pseudoambientalistas. Farmacéuticas: usan el desabasto de medicamentos como una campaña permanente de ataques al gobierno.

Y la lista de declaraciones en contra de “adversarios”, con adjetivos y descalificaciones, cada día se amplía a jesuitas, judíos, católicos, Austria, Vaticano, Biden, estatua de la libertad, feministas…

El insulto y la mentira son armas cotidianas de los políticos, pero más de los populistas. El New York Times enlistó los insultos proferidos por Donald Trump de 2015 a 2021 en Twitter (antes que lo vetaran) y la lista estuvo compuesta por 48 mil palabras y 389 mil 573 mentiras. Los insultos y las mentiras se han convertido en el modus operandi más recurrente de AMLO contra sus contrincantes. Llama “corcholatas” a los suspirantes de Morena; “solovinos” a quienes votaron por él.

Gabriel Zaid (Letras Libres, 2018) le registró estos insultos: “Achichincle, alcahuete, aprendiz de carterista, arrogante, blanquito, calumniador, camajanes, canallín, chachalaca, cínico, conservador, corruptos, corruptazo, deshonesto, desvergonzado, espurio, farsante, fichita, fifí, fracaso, fresa, gacetillero vendido, hablantín, hampones, hipócritas, huachicolero, ingratos, intolerante, ladrón, lambiscones, machuchón, mafiosillo, maiceado, majadero, malandrín, malandro, maleante, malhechor, mañoso, mapachada de angora, matraquero, me da risa, megacorrupto, mentirosillo, minoría rapaz, mirona profesional, monarca de moronga azul, mugre, ñoño, obnubilado, oportunista, paleros, pandilla de rufianes, parte del bandidaje, payaso de las cachetadas, pelele, pequeño faraón acomplejado, perversos, pillo, piltrafa moral, pirrurris, politiquero demagogo, ponzoñoso, ratero, reaccionario de abolengo, represor, reverendo ladrón, riquín, risa postiza, salinista, señoritingo, sepulcro blanqueado, simulador, siniestro, tapadera, tecnócratas neoporfiristas, ternurita, títere, traficante de influencias, traidorzuelo, vulgar, zopilote”.

Un “artista del insulto, del desprecio, de la descalificación” (Zaid dixit).

Twitter: @ismaelortizbarb

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