Miles de fieles recorren los enrejados instalados en el Centro Histórico de Guadalajara para llegar al Santuario de la Virgen de Guadalupe. Mujeres y hombres de la tercera edad, familias completas, niños, personas en sillas de ruedas y devotos de todas las edades se congregan, como cada año, para venerar a la Morenita.

Bajo un cerco de seguridad policial y la vigilancia de torres instaladas en la zona del recinto religioso, los asistentes han acudido desde hace varios días, algunos acompañados de danzantes tradicionales. Unos llegan para agradecer, otros guiados por la fe, pero todos ingresan para escuchar misa o simplemente postrarse unos minutos frente a la imagen.

La celebración inició con las tradicionales Mañanitas y continuó con misas especiales dedicadas a los equipos de los Charros y a las Chivas, que este día se congregan con la Morenita del Tepeyac. Más tarde, el cardenal Francisco Robles Ortega encabezó la misa principal del día ante miles de fieles guadalupanos.

Entre los asistentes se encuentran niños vestidos de Juan Diego, llevados en brazos por sus padres como muestra de agradecimiento por favores recibidos. Tal es el caso del señor Carlos, quien señaló:

"Es importante, así como pedimos, venir a dar gracias por los favores recibidos. Ahora le volvemos a pedir y venimos en familia para venerarla".

El señor Alejandro comparte una tradición de más de dos décadas:

"Tenemos alrededor de 25 años de venir, primero por mi hija y ahora por este angelito".

Por su parte, el señor Francisco destacó el valor espiritual de la celebración:

"Es muy importante porque somos muy creyentes en la Virgen; para nosotros es lo máximo, por todos los favores que nos ha hecho".

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