El pasado viernes, 31 de octubre, La Secretaría de la Hacienda Pública entregó al Congreso de Jalisco la Ley de Ingresos y el Proyecto de Presupuesto 2026. El proyecto de presupuesto asciende a 173.2 mil millones de pesos. Esta cifra, cabe mencionar, es menor, en términos reales, a aquella de 2025.
Los datos muestran que existe una estructura fiscal rígida en las finanzas públicas estatales. Así, en 2026, la mayor parte del dinero provendrá de la Federación (80 por ciento). El resto provendrá de impuestos estatales y otros ingresos propios. No se crearán nuevos impuestos ni se contratará deuda pública.
¿En qué se espera gastar el presupuesto estatal en 2026? Los datos muestran que las mayores partidas están asignadas para los siguientes capítulos: Transferencias, Asignaciones, Subsidios y Otras Ayudas (34.4 por ciento); Servicios Personales (29.4 por ciento); y Participaciones y Aportaciones (21.3 por ciento).
Estas partidas sugieren que la mayor parte del presupuesto se usará para financiar transferencias sociales y subsidios, pagos de nómina y transferencias a municipios. Esto implica que únicamente el 14.9 por ciento del presupuesto podrá ser usado para financiar inversión pública y otros gastos estratégicos.
¿Quiénes se espera que gasten el presupuesto? Los datos muestran que las mayores partidas están asignadas para las siguientes unidades presupuestales: Secretaría de Educación (24.3 por ciento); Participaciones (15.0 por ciento); Universidad de Guadalajara (9.1 por ciento); y OPD Servicios de Salud Jalisco (7.5 por ciento).
Las unidades responsables confirman que se espera usar el presupuesto en formar capital humano, promover la equidad municipal y proveer servicios esenciales (salud pública, seguridad, etc.). Sin embargo, las cifras también denotan que existe una alta concentración presupuestal en las unidades.
¿Para qué se gasta el presupuesto? Las mayores partidas son para los siguientes programas: Formación Integral a Estudiantes de Educación Básica (21.9 por ciento); Participaciones a Municipios (15.0 por ciento); Servicios de Educación Media Superior y Superior (9.1 por ciento); y Fondo de Aportaciones (6.3 por ciento)
Los programas confirman que presupuesto se gastará principalmente para promover el desarrollo educativo y municipal. Sin embargo, las cifras también confirman que la falta de flexibilidad fiscal y de diversificación presupuestal de las finanzas públicas jaliscienses.
En mi opinión, el presupuesto estatal tiene una orientación correcta en lo concerniente al financiamiento de la educación, la salud y los municipios. Sin duda, en la medida que dichos recursos se utilicen correctamente, los mismos contribuirán a promover el desarrollo y crecimiento de Jalisco.
El presupuesto también denota que hay problemas para la sustentabilidad de las finanzas públicas. Destacan, entre otros, la rigidez de la estructura fiscal, la dependencia de los recursos federales, la concentración presupuestal, la disminución de ingresos reales y su escasa diversificación.
Finalmente, no sobra mencionar que las finanzas públicas son esenciales para lograr el desarrollo económico y social. La Ley de Ingresos y el Presupuesto deben aprobarse en diciembre de 2025. Hoy, por tanto, el reto es mejorar el proyecto de presupuesto para que responda mejor a las necesidades de Jalisco.
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