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Temen el colapso de red de drenaje

Molestia. La falta de respuesta de las autoridades desembocó en una manifestación de los vecinos de las colonias Salvador Portillo López y Las Huertas. (Foto: Jorge Alberto Mendoza)

La construcción de 480 departamentos en la zona de la colonia Salvador Portillo López y Las Huertas ha provocado una gran preocupación en los vecinos de la zona, en particular de los que habitan la calle Romero.

Hay dos temas que los alarman: la conexión de esa gran cantidad de unidades de vivienda a la limitada red de alcantarillado y la presencia masiva de autos una vez que se vendan en su totalidad. En promedio podrían llegar 2 mil habitantes más a la zona.

Esto causó una protesta la mañana de ayer. Óscar Torres, dirigente vecinal, destacó que ya tienen tres meses con ires y venires al Ayuntamiento de Tlaquepaque y al Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua y Alcantarillado (Siapa), donde “nomás nos hacen dar la vuelta, nos entregan poca información y nos dejan plantados”, señalamiento en el que también incluye a la constructora.

La historia arranca el 11 de agosto, cuando se presentó un escrito al ayuntamiento; ante la falta de respuesta, 10 días después se colocó una manta en los cruces de las calles Romero y Privada de Romero, con un mensaje relativo a la necesidad de renovación de la línea de agua potable y drenaje. El 29 de agosto hubo reunión con los responsables del fraccionamiento.

“Fueron enviados al grupo los planos de la obra, en donde se informó que hay dos cajas de captación pluvial, que por ese lado se aligerara la carga de la red, que serán solo aguas que desborden las cajas y el drenaje pasara por la calle Rosales. También se dijo que todo momento la obra estará supervisada por el Siapa, además que existe una fianza pagada por la constructora, por dos años de garantía”. Esto requería que el organismo operador se los confirmara. El 2 de septiembre, el personal del Siapa los dejó “plantados”.

Apretados. Los colonos auguran una saturación de la limitada red de alcantarillado y la presencia masiva de autos en la zona.
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A esto se agregaron las molestias que ocasionó la constructora al intervenir la calle y no cumplir su promesa de ir abriendo y cerrando, lo que afectó sobre todo a los vecinos de la privada Romero y el coto Villas de Loma Grande.

Lo más preocupante: la tubería recién instalada es de 16 pulgadas pero vierte a la tubería de Privada de Romero, que sólo tiene un diámetro de 10 pulgadas.

Al fin, el 5 de septiembre, “acudió personal del Siapa, pero se negó a hablar con los vecinos que se encontraban […] argumentando que no tenían nada que hablar con los vecinos  […] el personal de la obra nos explicó que está incorrecto hacer esa conexión, pero que ellos sólo siguen órdenes, aseguran que es un cuello de botella y un problema grave”, señalan en la bitácora.

Tras eso, hubo inundaciones y reiteradas faltas de respuesta de la autoridad, lo que ha hecho que un mes después, los vecinos se manifiesten.

JJ/I