INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Seguridad: de Teocaltiche a La Chona

La semana pasada preguntaba ¿cuántos Teocaltiches existen en Jalisco?, a propósito del operativo de las fuerzas de seguridad federales y estatal que deja al descubierto el enorme grado de penetración y despliegue de fuerza de un grupo delictivo. Lo detectado en la cabecera municipal, razonaba, no deja ninguna duda del poder paralelo, ilegal, ahí establecido. Hasta ahora han descubierto cuatro fincas con equipo de videovigilancia desde el que podían monitorear lo que sucedía en el pueblo y carreteras, túneles que comunican a diferentes puntos, drones habilitados para arrojar granadas al enemigo, talleres para fabricar explosivos, equipo táctico, vehículos robados, motocicletas, armamento y miles de balas; y, añadía, no solo eso: en la comisaría descubrieron que cinco policías tienen antecedentes penales, uno con un proceso por el delito de desaparición forzada; que otros seis no aprobaron la prueba de dopaje y que un oficial tiene una orden de aprehensión en Guerrero.

Ahora, las autoridades informaron de un nuevo hallazgo, pero en otro “Teocaltiche”; es decir, en Encarnación de Díaz. En La Chona, informaron, oficiales de la policía estatal localizaron y aseguraron nueve puntos de videovigilancia clandestinos, dotados de cámaras de diversas características y herramientas para radiocomunicación. A partir de ese primer hallazgo, vinieron otros. En total, hasta ayer por la mañana, suman 18 las cámaras de distintas características aseguradas ahí; tres antenas de radiocomunicación; cinco discos repetidores de señal; tres cajas de conexión y cableado; tres vehículos bajo resguardo de la autoridad ministerial y una placa del estado de Jalisco con estatus vigente de robo.

Similar a lo que sucedió en Teocaltiche, los policías estatales detectaron cámaras colocadas en siete puntos de ingreso y salida del municipio que no formaban parte del sistema de vigilancia de las autoridades locales. Los policías saben que la persecución de las células delictivas incluye identificar los sistemas de comunicación, monitoreo y vigilancia que tienden en cada cabecera municipal.

En Teocaltiche y Encarnación de Díaz se observa un patrón, que se confirmará conforme las autoridades indaguen más en La Chona y otros municipios. Uno de los elementos destacables es que la intervención de las comisarías y la revisión minuciosa de los agentes deben ser más rigurosas. Ahí se anidan numerosas irregularidades. Por ejemplo, videovigilancia a cargo de gobiernos municipales de Jalisco es utilizada por organizaciones delictivas que mantienen sometidas a las comisarías. ¿Para qué instalar algo si las autoridades lo facilitan tras amenazarlas o sobornarlas?

También, en otro ejemplo, integrantes de las organizaciones al margen de la ley que controlan gobiernos municipales, lo cual no reconocen los gobiernos federal y estatal, están en programas sociales y nóminas. Son una nueva categoría de aviadores.

Lo exitoso en seguridad pública en Teocaltiche es posible replicarlo en el resto de poblados de la entidad. Se trata de una experiencia a sistematizar. Esto incluso debiera permear no solamente los operativos, sino también la capacitación que reciben los policías; y la necesidad de agentes expertos en ramas de la ingeniería y las comunicaciones, para detectar, prevenir y desinstalar el entramado tecnológico al que recurren quienes lastiman a la sociedad.

Lo positivo de los operativos de seguridad debiera tener como eje central la búsqueda de los desaparecidos. La infraestructura desmantelada por el Ejército, la Guardia Nacional y la policía estatal en los municipios ha servido también para privar ilegalmente de su libertad, no únicamente a los rivales con que se disputan el mercado. Los propios habitantes han sido y son víctimas. Sembrar el terror en los municipios y regiones mediante las desapariciones es una estrategia para controlar territorios. Urge desterrar esa práctica deshumanizada y criminal que sigue lastimando familias.

X: @SergioRenedDios

jl/I