¡Ayuda, mi hijo no habla!

Una inquietud constante en los padres es el desarrollo del habla en sus hijos, ya que en ocasiones creen que existe un atraso en el lenguaje, lo cual genera dudas de si deberían acudir con un ­profesional.

Es importante mencionar que dentro de los parámetros de la adquisición del lenguaje, cada niño posee su tiempo y ritmo para el desarrollo de la misma con base a la estimulación que recibe de su entorno.

La estimulación puede efectuarse desde que se encuentra en el vientre de su madre, por medio de música o el habla constante; aunque el bebé en ese momento no podrá comprender lo que se está diciendo o lo que está pasando, pero se ira familiarizando con el entorno.

A partir de su nacimiento es indispensable que los padres mantengan el hábito de hablarle, leerle e incluir música que estimule su audición y el desarrollo del lenguaje.

¿Cómo sabremos si nuestros hijos están en proceso de adquisición del lenguaje? Esta fase comprende de los 0 a los 3 años de edad. A pesar de que a los 3 años el niño no posee un lenguaje diverso comparado con el de un adulto, ya le es posible comunicarse de manera clara. No se puede forzar la adquisición del habla; sin embargo, se puede estimular de diferentes maneras, por ejemplo con la interacción social.

Algunas actividades que promueven el habla son:

•  Generar el hábito de la lectura, ya que al leerle a los niños se crea el gusto por esta actividad, enriquecemos su lenguaje y promovemos el desarrollo de la imaginación
•  Hablarles de manera clara y evitar comunicarnos de manera “chiqueada”, pues en ocasiones cometemos el error de repetir las palabras igual que los niños, lo que ocasiona confusión y facilita el error en la pronunciación de las palabras
•  Comunicarnos cara a cara para que la comunicación sea directa y atenta
•  Motivar al niño a que llame las cosas por su nombre; por ejemplo, cuando el niño pide algo señalándolo usted puede decir: ¿Quieres tu biberón?, de esta forma el pequeño ira identificando el nombre de las cosas

Mediante estas técnicas se puede trabajar día a día y en muchas ocasiones surten efecto a menos de que el niño posea alguna discapacidad o algún problema de lenguaje que le impida hablar, lo cual deberá ser diagnosticado por un profesional.

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JJ/I