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Doctor Coyne S.J.  

“Cuando llegué al observatorio el director, el padre George Coyne, me había dado las órdenes de movilización: “Haz un buen trabajo científico”. Pero dejó de mi cuenta decidir qué tipo de labor” 

Guy Consolmagno S.J., El otro cielo. Revelaciones científicas de un astrónomo del Vaticano, McGraw-Hill, México (2000), p. 15 

 

La noticia del sentido fallecimiento el pasado 11 de febrero del doctor George V. Coyne S.J. (1933-2020), quien dirigió el longevo Observatorio Vaticano (Specola Vaticana, SV) desde 1978 hasta 2006, la conocimos en la página Facebook del estimado doctor Omar López Cruz, investigador titular del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), quien junto con el ahora doctor Salvador Curiel, del Instituto de Astronomía de la UNAM, fueron los primeros mexicanos en asistir en 1988 a la Escuela de Verano de Astronomía del Vaticano (VOSS, por sus siglas en inglés) establecida por el padre Coyne en 1986, con la cual “adelantó en la educación de una generación de jóvenes astrónomos, especialmente de países en desarrollo”, según consigna la necrológica redactada por el padre Consolmagno, actual director de SV. 

Del primer encuentro con Coyne relata el doctor López: “Llegué como pude a Castel Galdolfo vía Luxemburgo-Paris-Roma. Era mi primera vez en Europa. Al llegar fui a preguntarle al Carabiniero que donde estaba el Castillo de Papa. Estaba enfrente. Había una puerta grande y pesada por donde cabía hasta un tráiler. Toqué el timbre y dije: soy yo, Omar de México. Por la puerta lateral salió un cuate alto, delgado y de cabello cano. Era el Director del Observatorio, el Padre George Coyne. Ese fue el comienzo de una amistad que duró toda la vida”. 

Coyne obtiene el doctorado en la Georgetown University (1962) con un estudio espectrofotométrico de la superficie lunar, posteriormente se licencia en Sagrada Teología el mismo año de su ordenación 1965. A los 45 años Juan Pablo I lo nombra director de SV, luenga gestión en que “supervisó la modernización del papel del Observatorio en el mundo de la ciencia, dando la bienvenida a su personal a varios jóvenes astrónomos jesuitas de todo el mundo, incluidos África, Asia y América del Sur” menciona Consolmagno. También enriqueció el diálogo ciencia-religión. (continuará) 

Twitter: @durrutydealba

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