Alfaro, el 'yo no fui'

Si te vienen a contar cositas malas de mí, manda todos a volar y diles que yo no fui 

Consuelo Velázquez, compositora 

El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, ha desarrollado la habilidad de no asumir algunos de los problemas más graves que enfrenta su administración. 

Sobran ejemplos para probar el argumento: sus dichos ante manifestaciones, la violencia, la crisis del agua, las vacunas y un largo etcétera que en cualquier momento se extiende. 

Alfaro podría estar sufriendo de victimismo crónico. 

La psicóloga Jennifer Delgado explica que la víctima crónica (o síndrome del “yo no fui”, para tropicalizarlo) se manifiesta en personalidades que deforman la realidad, encuentran consuelo en el lamento, buscan culpables continuamente y son incapaces de realizar una autocrítica. 

El gobernador de Jalisco ha referido conflictos –reales o imaginarios– desde el inicio de su administración con el gobierno de la 4T. Sin embargo, siempre cuida muy bien sus palabras cuando se refiere al presidente Andrés Manuel López Obrador. En su discurso, pretende invocar la vieja pugna entre el centro del país contra nuestra región. 

Aunque no fue la primera, seguramente es la más icónica. La famosa frase de los “sótanos del poder” donde Alfaro le echaba la culpa a AMLO de las manifestaciones en la ciudad por la ejecución extrajudicial de Giovanni López. 

Literalmente aseguró que “muchos de ellos (los manifestantes) no son de aquí de Jalisco ni de Guadalajara. Estos hechos ponen en evidencia que detrás de lo que está sucediendo hay intereses muy precisos, muy puntuales, construidos desde los sótanos del poder. Le pido al presidente de la República que le diga a su gente y a su partido que ojalá y estén midiendo el daño que le están generando al país con este ambiente de confrontación”. 

La más reciente repartición de culpas por parte de nuestro “góber yo no fui” fue el caos que vivimos el fin de semana pasado con la vacunación en Guadalajara. “Hemos gestionado todo el tiempo sedes, apoyos, hemos tratado de hacer todo lo que está a nuestro alcance. Pero hay decisiones que no dependen de nosotros. Cuántas vacunas llegan a Guadalajara, cómo se distribuyen y en dónde se distribuyen, son decisiones que toma el gobierno federal”. 

Otro ejemplo de este preclaro aficionado a Poncio Pilatos fue cuando denunció que “operadores de la 4T” financian ataques en su contra en las redes sociales “con millones y millones de pesos que yo no sé de dónde salen”. Refirió esto ante las críticas que recibió de diversos medios de comunicación por la falta de medicamentos para niños con cáncer en Jalisco. 

O aquella ocasión, apenas el 28 de febrero, que afirmó: “Esto no puede seguir así. La lucha contra el crimen organizado es responsabilidad del gobierno federal por disposición constitucional”. Y luego espetó que los medios de comunicación hacíamos apología de la violencia para “vender más periódicos”. 

Se me juntan las verbigracias. ¿Recuerdan cuando Alfaro culpó a la SEP por falta de pagos al magisterio? Entonces dijo: “Lamento mucho que no les digan sus líderes que el dinero no llega porque no lo manda la Federación”. 

Y en otro conflicto vigente, la crisis de abasto de agua en la ZMG. Ha dicho que la situación “está afectando al 10 por ciento de la población, pero el riesgo de que sea mayor es enorme, por eso, en la reunión, insistiremos en que la Federación asuma su responsabilidad y hagan las obras que a ellos les tocan”. 

Como ven, “nunca” es culpa del gobernador. La guzmanense Consuelito Velázquez estaría muy orgullosa de la interpretación que Alfaro está haciendo de la canción que popularizó el gran Pedro Infante. 

Twitter: @cabanillas

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