El gobierno de Jalisco no contrató este año la póliza de seguro catastrófico que se utilizó en años anteriores ante la posibilidad de desastres socionaturales que se presentan en sus alrededor de ocho millones de hectáreas. Son 230 millones de pesos que en esta ocasión conformarán un fideicomiso auxiliar para el Fondo Estatal de Desastres, que por su parte tiene 100 millones de pesos asignados.
“Con base en un análisis normativo y de conveniencia realizado por la Secretaría de Administración del Estado, en el marco del estudio de mercado realizado para la recontratación de la póliza de seguro catastrófico del ejercicio presupuestal 2023, se determinó la inviabilidad de dar cumplimiento a los principios constitucionales de acreditar la economía, eficacia, eficiencia que aseguren las mejores condiciones para el Estado en el ejercicio de los recursos públicos, por lo que dicha póliza dejó de ser contratada a partir del año 2023”, informó a NTR la propia dependencia.
Sin embargo, “es importante que conozcan que los recursos presupuestales por 230 millones de pesos previstos inicialmente para la contratación de dicha póliza, se canalizaron al Fideicomiso Irrevocable de Inversión y Administración denonimado Fondo Estatal para la Atención de Desastres Naturales de Municipios del Estado de Jalisco”, que está a cargo de la Secretaría de Hacienda Pública, y que “operará de manera complementaria a las asignaciones del Fondo Estatal de Desastres Naturales (Foeden) y a la Previsión para Contingencias por Fenómenos Naturales, consideradas en el presupuesto inicial del ejercicio”.
De este modo, es el estado el que genera su propia estrategia para la atención de desastres y contingencias, “derivado de la falta de apoyo de recursos federales para este tema, desde la extinción del Fideicomiso del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden)”, por decreto presidencial en el año 2020, concluye.
Queda claro que la falta de una aseguranza puede generar un boquete mayor a las finanzas públicas, pues hace ya diez años, el SIAPA calculó el promedio de pérdidas materiales anuales por lluvias en 600 millones de pesos y la pérdida de cinco vidas por año, “impactos negativos sobre 2,800 viviendas y 650 establecimientos comerciales al año; se pierden 35 automóviles y 440 mil horas-hombre”.
Los ejercicios para al área metropolitana que se ha ampliado a nueve municipios, aumentan pérdidas. En marzo de 2016, el SIAPA se presentó un balance de desastres ocasionado por las lluvias en 2015 en el AMG: inundaciones en 116 puntos con alturas de agua de 30 centímetros a 1.5 metros; nueve personas fallecidas; impactos negativos en cuatro mil viviendas y mil establecimiento comerciales; pérdida total de 60 automóviles; pérdidas de 500 mil horas-hombre y pérdidas económicas de alrededor de mil millones de pesos.
GR










