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Asesinato de activistas

La semana pasada fue detenido Juan A., El Charrascas, por su presunta participación en el asesinato de Higinio Trinidad de la Cruz, líder de la comunidad indígena de Ayotitlán y activista por la defensa de la sierra de Manantlán, localizado sin vida a finales de noviembre de 2023.

Por la poca información que ha compartido la Fiscalía del Estado, la labor de organizaciones defensoras como Tsikini y especialmente por el trabajo periodístico de Analy Nuño, sabemos que el hoy detenido ha ocupado cargos importantes en el comisariado ejidal de Ayotitlán.

Higinio Trinidad era justo el mejor prospecto a ser candidato para encabezar el comisariado del ejido de Ayotitlán en las elecciones de renovación que se realizarán en abril, por lo que es importante que se esclarezca si el móvil del homicidio está relacionado con la defensa del medio ambiente que él enarbolaba y dar garantías de seguridad para realizar el proceso de renovación.

Trinidad de la Cruz se oponía a la tala ilegal y a la operación de minas ilegales por parte de grupos delictivos, así como a minas autorizadas como Peña Colorada, propiedad de las empresas transnacionales ArcelorMittal y Ternium, las mayores extractoras de hierro en el país, que están asentadas en las tierras del ejido de Ayotitlán y sus alrededores.

También es importante que las autoridades resuelvan de fondo la posible participación de funcionarios estatales en el crimen.

La última vez que se vio con vida a Higinio Trinidad fue cuando ingresó al palacio municipal de Cuautitlán de García Barragán. De acuerdo con personas cercanas al caso, como el abogado Eduardo Mosqueda Sánchez, Trinidad de la Cruz acudió al lugar citado por el propio alcalde, Jesús Camberos Delgado, de origen emecista.

El político, quien busca postularse para repetir en el cargo en las elecciones del 2 de junio, aseguró a medios de comunicación que él no se encontraba en el municipio cuando ocurrió primero la desaparición y luego el asesinato de Higinio Trinidad de la Cruz.

Sin embargo, no se ha esclarecido si participó indirectamente o si funcionarios de su administración formaron parte del crimen.

Todavía quedan muchos pendientes para dar justicia y verdad a la comunidad indígena del sur de Jalisco en torno a este asesinato y de otros líderes que defendían el medio ambiente.

La impunidad ha sido la marca en los casos de J. Santos Isaac Chávez, asesinado en 2021, y la desaparición Celedonio Monroy Prudencio en 2012 y quien sigue sin ser localizado. Junto con Higinio Trinidad, ambos eran también opositores a la minería, la tala ilegal y el control del territorio de grupos criminales y del narcotráfico en la sierra de Manantlán.

No son los únicos casos de homicidios recientes de activistas y defensores de los derechos humanos en Jalisco, cuyo esclarecimiento sigue pendiente.

Por ello es importante que la ciudadanía conozca la información y se sume a las exigencias de justicia.

Según el recuento de Lauro Rodríguez publicado el 1 de enero en NTR, con Higinio Trinidad y Santos Isaac sumaron seis casos de homicidios de defensores en lo que va de la presente administración.

Hay que recordar también los homicidios de Verónica Patricia Guerrero Vinueza, abogada que se oponía al basurero ilegal de Caabsa Eagle en Matatlán, Tonalá; del marakame y líder espiritual wixárika Rosendo González Torres y su nieto Estanislao González Carrillo; y del estudiante de la Universidad de Guadalajara y defensor de los derechos de la población de la diversidad sexual Jonathan Santos.

Que su memoria siga viva y se mantenga presente la exigencia de justicia.

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