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La crisis no da tregua: Chivas 1-3 Puebla 

(Foto: Imago7)

Es el cuento de nunca acabar. Chivas transita por el Clausura 2019 cargando una mochila llena de fracasos deportivos que siguen pesando para ensuciar su historia. Ahora, Puebla fue el encargado de sepultar más al Guadalajara tras imponerse 1-3 en el Estadio Akron en el marco de la Jornada 15.

La realidad rojiblanca es terrorífica al cosechar ocho partidos consecutivos sin ganar, cinco derrotas al hilo, 1 punto de los últimos 24 disputados y dos goles anotados posterior su última victoria (Jornada 7). Así de aguda es la crisis que confirma otra vez, de manera matemática, una prematura eliminación por cuarto torneo consecutivo en la Liga MX. 

Tomás Boy vivió su segundo cotejo al frente del Rebaño Sagrado y realizó algunos ajustes para enderezar el barco, pero La Franja aprovechó las facilidades defensivas de los tapatíos para ganar con un doblete de Brayan Angulo y un tanto de Matías Alustiza; Chivas descontó con un autogol camotero.

Guadalajara inició con posesión y desdobles a velocidad, incluso tuvo una opción clara a través de Eduardo López tras una combinación con Alexis Vega, pero La Chofis envió su disparo por encima del arco de Nicolás Vikonis. Al 19’, Chivas encontró fortuna para ponerse en ventaja cuando Brayan Ángulo rebanó el esférico para mandarlo a propia puerta. 

El inmueble explotó y Boy festejó, pero al duelo le faltaba mucho tiempo. Puebla supo sobreponerse al golpe y fue el mismo lateral sudamericano el que marcó en un par de ocasiones a los minutos 34’ y 38’, luego de vencer a Raúl Gudiño con un disparo potente entre un mar de piernas y posteriormente aprovechando un balón muerto que Miguel Basulto le dejó a merced dentro del área. 

El escenario enmudeció y los fantasmas de todo el torneo aparecieron en el césped. Puebla se creció y aprovechó la vulnerabilidad de un rival perdido en un pantano futbolístico para sentenciar las cosas en el segundo tiempo. Al 49’, Matías Alustiza puso el 1-3 al definir frente al arco luego de un trazo frontal largo que no fue cortado por Hedgardo Marín, en otra yerro del cuadro bajo. 

Chivas estaba roto, desmoronado y sin idea. Al 55’, Lucas Cavallini anotó el cuarto gol con un remate de cabeza, pero el silbante Adonaí Escobedo lo anuló tras recurrir al Sistema de Video Arbitraje (VAR) al detectar un recargón sobre Hiram Mier. 

Todo quedó en un 1-3 a pesar de que el técnico rojiblanco ajustó dándole ingreso a Michael Pérez para recuperar la media cancha y a Ronaldo Cisneros para generar mayor proyección ofensiva. Ambas funciones se cumplieron, pero no redituaron con goles y tras el silbatazo final los aficionados despidieron a Chivas con un sonoro abucheo. 

La Franja de José Luis Sánchez Solá llegó a 23 puntos y sueña con la Liguilla, mientras que Chivas puede amanecer el lunes en el último lugar de la tabla de cocientes para la temporada 2019-2020. La crisis rojiblanca es aguda y el prestigio está por los suelos.