Chivas y Boy cortan la racha de León

Alan Pulido dramatizó con exceso la ejecución del tiro penal. Al minuto 72´ se paró frente a su ex compañero Rodolfo Cota, avanzó lentamente, se detuvo, levantó un pie, amagó, y confiando en que el portero caería en su trampa y se vencería para que finalmente el tamaulipeco de manera burlona empujara el balón para descansarlo en las redes.

Era el 2-1, el que marcaba la despedida con victoria del estadio después de un torneo de pesadilla, así como el primer triunfo de Tomás Boy como técnico rojiblanco por lo cual por primera vez desde que asumió como entrenador festejó a su estilo, con grito y aspavientos.

El estadio, que registró una buena entrada con la promoción del 6x1 explotó junto con todo el equipo, sin olvidar la herida sangrante de un equipo que por cuarta ocasión consecutiva se quedó sin Liguilla y que el próximo año peleará por no descender.

De entrada Tomás Boy ajustó desde la portería al ya no tolerar más las desconcentraciones de Raúl Gudiño para apostar por otro menos confiable como Miguel Jiménez, quien durante el transcurso del juego le costó entender que no debía despejar largo sino salir jugando como le gritaba a lo lejos el timonel.

El otro cambio que ya había anunciado Boy era el de regresar a la titularidad a Michael Pérez para acompañar a Jesús Molina en la media de contención.

Pero la modificación que sorprendió más fue la de Jesús Sánchez, quien casi no ha tenido actividad en el torneo y para suplir al lesionado Alejandro Mayorga para ocupar la lateral izquierda.

Con todo y sus cambios con una alineación inédita, Chivas tuvo un comienzo electrizante.

El Rebaño mostró una actitud basada en la intensidad que ya no exhibía desde los Clásicos ante América.

Parecía que aún en su papel de víctima se rebelaría al verdugo. Eduardo López fue quien se animó a enviar el mensaje de que el Guadalajara no se intimidaba ante el favorito con un tiro fuera del área.

Pero el jugar sin restricciones, con un ímpetu desenfrenado no le sería suficiente en los primeros 45 minutos ante un rival experimentado y con la confianza por delante por una temporada histórica con 12 victorias consecutivas.

León controló el ritmo vertiginoso de Chivas, comenzó a tocar con calma para incluso provocar el coro humillante del “¡Ole!”. Pero pese a los cambios de Boy en la defensa, La Fiera generaba poco ante una alineación nueva, por lo que sus mejores aproximaciones fueron desde media distancia con disparos ineficientes de Luis Montes y José Juan Macías.

El hecho de mantener el cero en el primer tiempo ya fue un triunfo para Chivas, y en la segunda parte vino una postura más agresiva para conseguir pisar el área Esmeralda en base a más orgullo y furia.

Al 51´ Gael Sandoval centró desde la izquierda, Pulido bajó y puso el balón en corto para Pérez, quien trompicándose impactó el esférico para escurrirlo hasta el fondo.

Cuatro minutos después, el ex rojiblanco Macías aprovechó una pifia de Marín para fusilar a Jiménez, y poner el 1-1 que congelaba el júbilo.

Cuando parecía que Chivas se despedía sin triunfo de su casa, Pulido se fue en contragolpe, y fue frenado en el área para entonces ejecutar un penalti como un crack y ofrecer una victoria que no sirve para cicatrizar heridas muy profundas.

EH