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Acuerdos en el desacuerdo

La nómina obesa en el Poder Legislativo de Jalisco es una papa caliente y lo único que buscan las actuales representaciones políticas es pasársela de una a otra hasta que llegue a la siguiente legislatura, y librarse del problema.

Pero la presión la tienen encima y, aunque quisieran hacerlo, están obligadas a dar una respuesta, o quizás simularla, como ocurrió en la pasada sesión de pleno del Congreso local.

Este martes pudieron marcar la ruta con plazos y compromisos específicos sobre cómo hacer la reingeniería administrativa y hasta dónde podrían llegar; sin embargo, optaron por el tradicional dicho de crear comisiones, en este caso transitorias, para que todo siga como está.

Las fracciones parlamentarias del Movimiento Ciudadano, PAN, PRI, Morena y Verde Ecologista decidieron pasar la bolita a la Secretaría General para que elabore el plan, pero lo amarraron a que cuando lo tenga se los presente a la Comisión de Administración y la Junta de Coordinación Política para que lo palomeen, es decir, la decisión sigue recayendo en ellos y sólo le dieron largas.

La propuesta ya está lista, desde hace tiempo, pero no se animan a ejecutarla y se dieron de plazo hasta el 31 de marzo, antes de irse de vacaciones de Semana Santa y Pascua, pero le aventaron la bolita a la Secretaría General. Será una decisión política.

Se gastaron 800 mil pesos en pagarle a un tercero, el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), para que les dijera lo que ya saben, y aunque les confirmaron “científicamente” lo que querían, aun así no están listos para tomar acciones y decidieron esperar.

Aunque se pusieron la nueva fecha (ese 31 de marzo), seguramente buscarán la manera de seguir posponiendo el tema, porque lo que les falta es voluntad política, aunque la pregonen.

Una muestra es que la partida de Indemnizaciones la dejaron en cero pesos, lo que indicaría la nula intención de ejecutar programas de retiro voluntario, jubilaciones anticipadas o hasta pago de laudos.

Desde este momento apostamos a que habrá simulación para justificar que harán algo o si nos sorprenden habría algunos recortes, pero mínimos, cuando la apuesta debería ser a aspirar a la mitad de los 649 empleados de excedente que afirmó el Imco o cuando menos una tercera parte.

Hasta este escrito no hay algún elemento de voluntad para reducir el gasto; en el presupuesto no lo hicieron y no creemos que pronto vayan a modificarlo.

Los discursos de cada fuerza política son tan dispares que no se ponían de acuerdo en los plazos, y aunque votaron a favor el transitorio no mostraron interés de la misma ruta.

La posibilidad de recorte es tan ilusa que una de las más fuertes impulsoras en el tema se daba con congelar una plaza y recortar a un aviador. Así de triste ve el escenario.

Aunque dicen que podría usar este tema para deshacerse de los indeseables, de los que no tienen padrinos políticos y de los que no se pueden defender.

Todas las plazas vacantes por licencias, muertes o jubilaciones luego luego se las reparten, porque aunque no puedan incrementar las de base, lo que buscan es meter más personas.

Y con esos antecedentes no han dado muestras de querer reducir la nómina, así que las expectativas son altas y con ganas de que en realidad bajen los números, pero parece deseo navideño y ya pasó la fecha.

La tijera está de su lado, hay que ver si en realidad quieren hacerlo.

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jl/I