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Actual gobierno, el peor en atender a afectados por las explosiones del 22 de abril

(Foto: Michelle Vázquez)

Se cumplen 32 años de las explosiones del 22 de abril en el barrio de Analco, donde cientos de personas fallecieron y miles resultaron heridas, sin embargo, pese a la lucha que han mantenido desde ese entonces, el peor trato se los ha dado el actual gobierno, consideró Sonia Solorzano, sobreviviente de las explosiones.

Señaló que actualmente por cuestiones de renovación les quitaron el consultorio especial que tenían en el Hospital General de Occidente, también conocido como Zoquipan, además pese a los dichos de gastos en atención médica, ésta es deficiente, e incluso dice medicamentos como el paracetamol el gobierno los etiqueta con un costo de 3 mil pesos cuando en una farmacia privada su costo es de 30 pesos.

“Ustedes creen que en 6 años gastarían los millones que dicen en medicamentos con nosotros, estaríamos pidiendo que nos volteen a ver en servicios médicos, estuviéramos pidiendo que se transparente los recursos, estuviéramos pidiendo una calidad integral en los servicios médicos, creo que ya basta de estar mintiendo porque por ponerte un ejemplo: un medicamento, una cajita de paracetamol que nos sale 20, 30 pesos por fuera, el gobierno la etiqueta a nombre de nosotros hasta en mil 500 hasta tres mil pesos, entonces están medrando con nosotros diciendo que se nos dan 7 millones en medicamentos, es falso”.

Sonia Solorzano, sobreviviente de las explosiones del 22 de abril de 1992, detalló que este año nuevamente no los dejaron participar en los actos conmemorativos que realiza el Ayuntamiento de Guadalajara y el otro grupo de afectados.

Ante esta situación desde hace años se quejaron ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco, pero les señaló que al ser un evento privado nada podían hacer, por ello, Sonia Solorzano y los sobrevivientes que no son incluidos en las ceremonias del ayuntamiento optan por solo acudir a misa y agradecer un año más de vida con sus familias.

Sonia Solorzano iba en un camión rumbo a su trabajo cuando ocurrieron las explosiones, relata que a ella ya la daban por muerta porque encima de ella estaban los cadáveres de cuatro personas.

EH