INICIO > ZMG
A-  | A  | A+

Lucha Zalina Sundukova por recuperar a sus hijos

FALLA. La violencia vicaria no se encuentra establecida como tal en la legislación jalisciense. (Foto: Michelle Vázquez)

Zalina Sundukova lleva dos años en una batalla legal para recuperar a sus hijos y demostrar que pruebas en su contra por maltrato fueron falsas.

Al participar en un foro en la materia, afirmó que es víctima de violencia vicaria e institucional del sistema judicial, el cual, acusó, demora las fechas de audiencias. Desde marzo espera una nueva luego de que otra programada se cancelara por no notificar a su contraparte.

El calvario comenzó el 11 de noviembre de 2022, cuando a su puerta tocó su ex pareja, su abogado y personal del Poder Judicial. En conjunto la señalaron de maltrato hacia sus hijos con testimonios falsos y la apartaron de ellos.

Calificó ese día como el peor de su vida, pues la sacaron de su casa y la dejaron en la calle con sólo lo que tenía puesto, sin dinero, sin pertenencias y sin familia cercana porque es extranjera. Y lo más importante: sin sus dos hijos, unos cuates de entonces 1 año y 7 meses.

“Me enteré que las personas que (trabajaban en) casa y mi esposo testificaron falsedades y en base a esto la jueza de lo noveno familiar decidió separarme de mis hijos sin tener un solo indicio de violencia, sin solicitar dictámenes psicológicos de mis hijos, dictámenes físicos o médicos”, aseveró.

La denunciante consideró que la situación por la que pasa afecta “más de lo que cualquiera puede imaginar”. Antes de perder a sus hijos se consideraba una persona estable y trabajadora, pero hoy afirma estar rota y no poder dormir.

“Empecé a buscar ayuda legal, tuve que buscar recursos prestados para poder pagar la asesoría legal al separarme de mis hijos, tampoco las autoridades dejaron un régimen de convivencia”, afirmó Zalina, quien aceptó que no conocía la violencia vicaria hasta que la padeció.

LEGISLACIÓN, PENDIENTE

La Universidad de Guadalajara, a través del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), invitó al Congreso local a legislar sobre la violencia vicaria.

En la legislatura que recién terminó se atendió el tema, pero este tipo de violencia no se estableció como tal en la ley. Se le llamó “por interpósita persona”.

Al aún no fijarse como debe en las leyes, la violencia vicaria persiste y los más perjudicados son los niños, pues están en medio, apuntaron los académicos Carlos Ramiro Ruiz Moreno, director de la División de Estudios Jurídicos del CUCSH, y Silvia Valencia Abundis, especialista en psicología social aplicada.

EH-jl/I