Concluye Judea con la Cuereada

Con la tradicional Cuereada, la mañana de ayer concluyeron las celebraciones de Semana Santa 2018 en San Martín de las Flores.

Al evento acudieron alrededor de 6 mil espectadores, quienes de forma posterior a disfrutar de la música de una banda, se dispusieron a disfrutar cómo decenas de personas, entre quienes se encontraban algunos actores que el viernes dieron vida a la Judea en Vivo, se enfrentaron a latigazos (propiciados por cuerdas) con el fin de expiar sus pecados.

Quienes participaron de la tradición fueron divididos en varios grupos de hombres, mujeres y niños. Cada uno de éstos se dividió en dos y, desde cada extremo de una tarima montada al centro de la plaza principal de la comunidad, corrieron a su encuentro armas en mano para golpearse.

Hubo quien demostró más habilidad que otros al soltar los latigazos. También estuvo quien decidió tirar contra todos y otros más que se enfrascaron en disputas entre dos. Además, aunque la mayoría de los participantes vestían una capa roja, en alusión a los soldados romanos que entregaron a Jesús, hubo quienes optaron por jerseys de futbol americano o, de plano, por ir descamisados, pero todos ellos provocaron aplausos y risas entre los espectadores.

El balance

La cuereada fue resguardada por 86 elementos municipales de Protección Civil y Seguridad Pública, con los que se alcanzó la participación de 600 elementos operativos de diversas dependencias municipales y estatales durante los cuatro días de celebración de la Judea.

En total, se estima que alrededor de 122 mil visitantes acudieron a la delegación de San Martín de las Flores, dio a conocer Ignacio Aguilar Jiménez, coordinador de Protección Civil y Bomberos de San Pedro Tlaquepaque.

Agregó que durante la jornada de la Judea se brindaron 67 atenciones médicas entre las que resalta el caso de una mujer que entró en labor de parto, así como casos de deshidrataciones, fracturas y picaduras de alacrán.

Procesión en Analco

Siguiendo las actividades religiosas, ayer fue un día solemne y de luto para la iglesia en el barrio de Analco. La Virgen de la Soledad salió en procesión desde el sepulcro de Jesús, en la capilla de San José, a la de San Sebastián.

El sonido de la chirimía de madera de Moisés Rosas Galán, oriundo de Tlaquepaque, encabezaba la procesión, una especie de lamento al paso lento de mujeres vestidas de luto y los hombres que cargaban a hombros el altar andante de la Virgen.

Durante la marcha, el historiador Octavio Aguilar explicó que la procesión “ya no es tanto al pie de la cruz, acompañando a su hijo en el martirio, sino en el momento en que ella encarna la esperanza de toda la humanidad en la resurrección: María es la única que cree, contra toda esperanza, cree que su hijo va a resucitar”.

De ahí la razón de la procesión: “El Sábado Santo se acostumbra a honrar a esta advocación de la Virgen María, la Soledad, quien, humanamente hablando, María ya no tiene hijo, esposo ni padres, está sola”.

El recorrido avanzó 15 calles en el barrio, desde San José hasta San Sebastián. Como todos los feligreses, van con la esperanza que Jesús resucite.

Las familias se unen a la procesión. Los que escuchan el anuncio de la chirimía se asoman desde las puertas y las ventanas de sus casas. En algunas calles hay papel picado. También salieron de las vecindades y comercios. Los vendedores del Mercado del Maíz suspendieron el acarreo de mazorcas para detenerse a observar.

Una de las organizadoras, Martha Méndez de la Mora, explicó que todos los participantes son voluntarios de la comunidad que confeccionan los trajes y vestidos.

Sobre el simbolismo del vestuario, el historiador Octavio Aguilar destacó que los cucuruchos negros de las mujeres o la vestimenta de los cofrades fueron tomados de la tradición española y tanto allá como en Analco tiene el sentido de guardar el anonimato de los vecinos.

La retaguardia de la procesión la llevó la Banda Roja, grupo musical, que tocaba la Saeta al Cristo de los Gitanos, pieza de origen español empleada en las procesiones de Semana Santa en Sevilla, España.

NÚMERO

86 elementos municipales de Protección Civil y Seguridad Pública estuvieron al pendiente del acto

JJ/I