INICIO > ARTE
A-  | A  | A+

Ida Vitale con los jóvenes

(Foto: Jorge Alberto Mendoza)

Entre las muchas conversaciones que es posible ahora escuchar como un murmullo, Ida Vitale sigue dando de qué hablar y, esta vez, los interlocutores fueron los más jóvenes, los estudiantes de preparatoria del Sistema de Educación Media Superior de la Universidad de Guadalajara.

El programa Mil jóvenes con se realizó anoche en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara mientras afuera de la Expo llovía. Junto con el también escritor José María Espinoza, la escritora uruguaya, parte de la así llamada Generación del 45, habló durante alrededor de una hora y media respecto a su escritura, los temas que la inspiran y también sobre la infancia y la juventud cuando se quiere escribir y cuando se quiere leer.

Hubo un punto de humor durante toda la charla, en la que los dos viejos amigos recordaron a Octavio Paz, pero también a Onetti y a Felisberto Hernández, autores opuestos. En algún momento Espinoza refirió que en un momento en el que varias vanguardias se gestaban en toda América, Ida irrumpió en la escena. Ida se rio y, calmada, dijo “bueno, no, yo llegué tranquilamente”. Todos en el salón compartieron la risa cadenciosa.

El exilio en México, donde vivió durante 11 años escapando de la dictadura militar de su país fue también un tema recurrente que le sirvió para llamar a la reflexión. “Hay muchas razones por las que alguien se exilia, es verdad que a veces puede ser por voluntad propia, pero también hay razones oscuras… lo cierto es que no hay nada más bello que encontrar en donde se llega una mano amiga”.

Al final de esta conversación, los jóvenes le hicieron varias preguntas a Ida Vitale, la primera la dirigió una joven que se dijo una fanática de su obra y que aseveró que cualquier persona que tenga la ambición de escribir poesía y no entienda o no se identifique, lea el poema Oidor andante, y lo citó: “Escribo, escribo, escribo/ y no conduzco a nada, a nadie/ Las palabras se espantan de mí como palomas…”. Le preguntó si tenía el hábito de recordar de memoria poemas que le inspiran, a lo que Vitale contestó argumentando sobre su mala memoria. “Tengo una mala memoria para la literatura, sobre todo para lo que escribí yo, una un poco mejor para los poetas que he amado y una buena para la música”, dijo. “Quizá porque lo que ya fue editado ya quedó”.

Otra pregunta fue entorno a los escritores que a ella le gustaban cuando comenzaba y que imitó a lo que Ida respondió con una gran oda a Pinocho y luego a Julio Verne y sus libros imposibles de viajes.

La tercera pregunta causó risas, pero fue ilustrativa de lo que es Ida Vitale ahora, a sus 95 años después de haber sido reconocida con varios premios a una edad un poco tardía después de dedicar toda una vida a la escritura. Una joven enfundada en su uniforme le preguntó cuál es de todos el libro que más le gusta haber escrito y cuál el que más trabajo le costó, antes de contestar ideas sobre cómo se agradece la simplicidad de encontrar los textos listos para enviarlos a la edición pero también la angustia de lo que cuesta poner en palabras, se rio sobre la pregunta que invita a la añoranza: “Me está quitando el futuro”, dijo. Y todos rieron también sabiendo que es verdad, que es probable que a Ida Vitale le queden todavía varios libros por delante.

_________________

FRASE

“Tengo una mala memoria para la literatura, sobre todo para lo que escribí yo, una un poco mejor para los poetas que he amado y una buena para la música”
Ida Vitale, poeta

JJ/I