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La Estación de Lulio, entre charlas y café


En una de las calles de la colonia Americana, una de las más emblemáticas de Guadalajara, se encuentra uno de sus cafés más antiguos: La Estación de Lulio.

Se trata de un lugar donde las charlas, los libros, la cultura y el puro aroma del buen café se mezclan sin más para dar la bienvenida a sus clientes.

Ubicado en el número 1980 A de la calle Libertad, este café se distingue por su ya reconocida decoración en tonalidades rojizas y la actividad en sus mesas que atrae a cualquiera que transite por la zona.

La Estación de Lulio se ha convertido en el favorito de decenas de personas relacionadas con el mundo del arte, el periodismo y la política, pues la comodidad de sus instalaciones y las historias que aquí se albergan lo han convertido en el centro de reunión de algunos famosos.

Inaugurado en 1996, la Estación de Lulio comenzó a operar con un concepto de terraza abierta donde sus comensales pudieran disfrutar de los alimentos y pasar un rato agradable a la sombra de los árboles de la calle Libertad.

Sus creadores eran jóvenes dedicados a la cultura o el periodismo.

A pesar de que su concepto inicial era dar espacio también a una librería, con el paso del tiempo se abrió paso al restaurante.

“Esto empezó como liberarla y también tenían café; pero luego se le dio paso al restaurante, que era muy visitado por toreros, pintores, escritores. En la inauguración estuvo presente Juan José Arreola; aquí se reunían políticos. Este tipo de gente le empezó a dar auge al Lulio”, señala José Íñiguez Gaona, gerente del restaurante.

Un cambio

Íñiguez Gaona describe como curioso el ambiente que se originó en el restaurante después del pequeño cambio de concepto, pues anteriormente tenía una idea de atraer más a la gente del mundo de la cultura; sin embargo, se decidió dar espacio a las familias y a la gente joven, por lo que al final sus visitantes generaban toda una mezcla de edades.

“Una cuestión muy chistosa es que se combinó gente mayor que jugaba ajedrez  con los más chavos, como pintores o periodistas; se hacía una mezcla muy curiosa pues no faltaba la asistencia de familias completas. Esta siempre ha sido nuestra ubicación, aunque actualmente se cuenta con dos sucursales”, menciona Íñiguez Gaona.

Resalta que actualmente este lugar recibe a los hijos o nietos de sus primeros clientes, pues hay quienes venían de pequeños con sus padres y ahora ellos traen a sus hijos.

“Siempre ha tenido mucho auge. De hecho quisimos hacer una remodelación donde se quitaran los equipales, una de las características del lugar, pero la gente los peleaba porque es lo que le da forma y vida. Con las cajas de puros, fue igual. Por cierto, también fuimos el primer restaurante de Guadalajara en tener un ciclopuerto. Yo me imagino que la idea vino de Europa, pero tengo entendido que somos de los primeros en traerlo a la ciudad”.

El café es el favorito

A pesar de que con el paso del tiempo la Estación de Lulio ha extendido su menú, el café permanece como el favorito de los visitantes, pues el proceso con el que se prepara le da el sabor que a todos gusta.

“El café siempre ha sido la insignia de aquí, porque es recién molido y tiene diferentes lavados y procesos que son especialmente para la Estación de Lulio. Hay uno que se llama Café Lulio, que es el de la casa, tiene un sabor muy intenso, cremoso, y que es el que toda la gente busca”, señala José Íñiguez Gaona, gerente del restaurante.

Para asistir

Actualmente, La Estación de Lulio cuenta con una matriz y dos sucursales:

Calle Libertad 1980, colonia Americana

Avenida Rubén Darío 612, Providencia

Avenida Sebastián Bach 5344, La Estancia

da/i