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Una celebración a la vida, la obra y el legado

Memoria. Imagen de Fernando del Paso y Paulina, junto con la también documentalista Ximena Cuevas, durante la gira Ambulante de 2011. (Foto: Ambulante)

Como documentalista, la cineasta Paulina del Paso tuvo una mina de oro para retratar a uno de los personajes clave del siglo 20 en el mundo de la literatura mexicana: Fernando del Paso, su padre. Ahora mismo se encuentra trabajando en un documental que tendrá sobre todo un tono íntimo, cercano, en donde más que retratar al escritor buscará retratar al ser humano, con su gran sentido del humor, sensibilidad para el arte y la moda y un carisma que hacía que todos sus lectores lo quisieran siempre. 

En entrevista con NTR desde Ciudad de México, la cineasta contó que si bien ha enfocado su carrera sobre todo en hacer esta clase de documentales, decidió hacer éste en particular hace años, junto a su padre, quien le alentó a la idea, a los dos les emocionó que fuera precisamente ella quien se encargara de hacer un recuento final de su vida.  

“Yo no soy experta en su obra, aunque obviamente la he leído muchas veces, no puedo abordar su riqueza técnica, por ejemplo, entonces pensamos en darle un enfoque sobre su vida, más de retrato”, contó Paulina. 

Las grabaciones comenzaron en un viaje que realizaron a París en familia, donde visitaron los sitios en los que Del Paso había trabajado y vivido, los lugares clave donde pasaron tiempo ahí, con una cámara algo casera. “Ahí comenzó esta aventura, aunque tuvo una pausa y lo retomé en varias ocasiones, hasta en 2011 que lo tomé más en serio, hicimos tomas en Guadalajara y Ciudad de México en lugares clave, ahí hay mucho material”. 

En 2012 Fernando Del Paso tuvo su primer infarto cerebral y en 2013 otro más intenso. 

Ahí pararon las filmaciones. Paulina señaló que fue difícil pensar en el trabajo después de todas las complicaciones que ese evento tuvo: el autor de Palinuro de México y Noticias del Imperio perdió el habla durante meses. Poco a poco comenzó a hacer tomas con artefactos más discretos, porque vio en ese episodio algo muy importante sobre su padre que quería compartir con el mundo. 

“Una de las cualidades más representativas de mi padre es su capacidad de recuperación, era asombrosa, poco a poco me di cuenta del valor que tenía poder ver ese proceso aunque grabando de manera menos intrusiva”.

Ahora mismo se encuentra en el momento de revisar las imágenes que se recabaron en todo ese tiempo. En total obtuvo más de 50 horas de grabación y está justo editando el contenido y dándole una coherencia narrativa. 

Intimista. El tono que Paulina del Paso busca en su trabajo, a partir del estado de salud de su padre que cambia drásticamente el proyecto, es un encuentro más cercano y menos formal.
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“Desde que falleció mi papá, volver a ver las tomas me hace sentirme conectada, me emociona más que ponerme triste, es un momento que me permite estar con él, conversar, recordar anécdotas, estoy apenas empezando a ver el material, en todo el proceso de edición lo primero es volver a ver todo el material y sacarse sorpresas de gestos y diálogos que no recordaba y que son importantes a la hora de reflejar al personaje más allá de las entrevistas formales”.

La línea narrativa del producto será un punto medio entre lo que Fernando del Paso quería, un documental más formal y con un guion basado en las preguntas, con toda su experiencia frente a la cámara y el que quería Paulina, uno más personal y más íntimo. 

“Lo que da la distancia de todo este material es cierta objetividad y una visión global, no sólo se trata de lo que filmé sino de lo que vivió mi papá en esos años de su vida. Esos elementos que eran característicos de mi papá sobre todo lo que tiene que ver con sus procesos de recuperación y la enfermedad, eran cosas que no estaban planeadas, pero que quedaron ahí y hablan mucho de él como persona. Yo tampoco soy ya la misma, en el proceso di un brinco hacia la madurez, digamos, en general con los documentales pasa como con el vino, sí mejoran con los años”, dijo Paulina. 

“Debo confesar que en algún momento de las dos visiones del documental comencé a dejar correr la cámara antes y después de las tomas oficiales, para mí esos momentos previos y posteriores del arranque de la toma hay escenas preciosas, que tienen más que ver con mi relación con mi papá como tal. En esa relación hay también un retrato de él, nunca me interesó hacer una biografía más de mi papá porque era importante ese acercamiento único. Hacer todo esto es como un momento bonito de convivir con mi papá a través de estas imágenes digitales: su sentido del humor, que siempre estaba presente, para mí es una celebración a su vida, su obra y su legado, a mi relación con él, la que tenía con mis otros hermanos y sus amigos”, concluyó.

Aún no hay fecha de término de este proceso, pero Del Paso contó que es posible que el próximo año ya haya quedado completado un material listo para presentarlo a todos los lectores y amigos de don Fernando.

“Desde que falleció mi papá, volver a ver las tomas me hace sentirme conectada, me emociona más que ponerme triste, es un momento que me permite estar con él, conversar, recordar anécdotas”

Paulina del Paso, documentalista

JJ/I