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Gestión integral del agua, el reto del AMG

BENEFICIO. Si se le invierte a un sistema metropolitano de recarga del acuífero, se podrían eliminar zonas de inundación generadas por la urbanización. (Foto: Jorge Alberto Mendoza)

La eventual cancelación del proyecto El Zapotillo marca la hora de la gestión integral del agua.

El investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG) Arturo Gleason Espíndola señala que un nuevo modelo circular, y no el vigente, que es lineal y de manejo del agua, permitirá a las áreas metropolitanas de Guadalajara y León, resolver sus necesidades de consumo del recurso sin necesidad de expoliar cuencas distantes y afectar los derechos al desarrollo de decenas de miles de habitantes.

El académico del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño elaboró, a petición del secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Víctor Toledo Manzur, un análisis denominado La Presa El Zapotillo no es la única opción, análisis de las alternativas para el abastecimiento de agua para las áreas metropolitanas de León, Guadalajara y los Altos de Jalisco, en el marco de una gestión integral del agua, bajo su credencial de director del Instituto de Investigaciones Tecnológicas del Agua Lic. Arturo Gleason Santana AC, documento que será parte de los insumos de las mesas de trabajo ordenadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador para decidir el destino del proyecto de infraestructura. De ese texto entregó una copia a El Diario NTR.

En el documento describe tanto las carencias del modelo lineal, como los detalles del modelo circular. Las cifras accesibles del agua señalan que en las tres grandes cuencas de las que se establece Guadalajara llueven alrededor de 941 millones de metros cúbicos (m3) al año, lo que implica alrededor de 30 m3 por segundo. Una vez descontado de la cuenta el agua no accesible –la evotranspiración, sobre todo– hay un volumen suficiente como para decidirse a invertir en un sistema metropolitano de recarga del acuífero que dotaría de agua y eliminaría las zonas de inundación generadas por la urbanización defectuosa.

Desde lo micro, que es la sustitución de tecnología de consumo en los hogares y la reparación de miles de fugas, hasta lo macro, que es la reutilización de las aguas tratadas y la inyección al acuífero, Gleason Espíndola considera que en 12 años se pueden invertir alrededor de 19 mil millones de pesos (mil 583 millones por año), pues no solo se contará con agua accesible y más barata que traerla de más de 100 kilómetros, con toda la precariedad que implica depender de una cuenca distinta, sino que al reducirse los puntos de inundaciones, se evitan pérdidas patrimoniales que sólo en Atemajac se acercan a 600 millones de pesos y a nivel metropolitano rondan mil millones cada año.

En resumen: el agua pasa de ser un riesgo de desastre a una oportunidad para construir una ciudad distinta, con usos racionales de agua y mejores posibilidades de hacer frente al cambio climático.

AGUA DESCONOCIDA

El investigador señala que no existe información suficiente y confiable como para determinar el volumen de agua disponible en el río Verde, del cual se abastecería El Zapotillo, por lo cual, es indispensable emigrar a la creación de una red de monitoreo que con la más alta tecnología provea datos al minuto del agua que corre o se almacena en cuerpos de agua superficiales, así como en los acuíferos subterráneos. Esa red la bautiza como sistema automático nacional de información de agua (SANIA), la base de un modelo de toma de decisiones en el que debe primar el dato científico objetivo para decidir obras y medir el efecto de políticas

“El primer argumento demuestra que en la región no se cuenta con un sistema de medición que permita conocer con exactitud la disponibilidad de agua en la cuenca del río Verde, situación que da pauta al siguiente cuestionamiento: ¿cómo se reparte el agua sin saber con exactitud cuánta hay? Lo que no se mide no se puede mejorar y lo que no se mide no se puede repartir con equidad. Una decisión sin conocimiento preciso de la situación del agua en tiempo real y a lo largo del tiempo, traerá problemas ambientales y sociales”.

Luego, construye un análisis de “alternativas sustentables para el abastecimiento de agua del Área Metropolitana de León y del Área Metropolitana de Guadalajara, las cuáles responden a dos orientaciones básicas: concretar una oferta sostenible de agua y lograr una demanda sostenible de agua. La primera orientación consiste en la implementación de alternativas sostenibles como la captación y aprovechamiento de agua de lluvia, el reuso de aguas negras y el rescate de manantiales que se desperdician en las metrópolis. La segunda corresponde a la reducción de consumos domésticos e industriales, reducción de fugas en la red de distribución, infiltración de agua de lluvia y a la implementación de prácticas eficientes de riego en el campo”.

Además, entrega “un análisis de costo beneficio aplicado al AMG, en donde se demuestra que la primer orientación aportaría 5.8 metros cúbicos por segundo y la segunda ahorraría 8.65 metros cúbicos (…) se estaría optando por un cambio en el modelo de gestión de agua que permita al AMG enfrentar las amenazas de escasez y proveer un suministro de agua sostenible sin tener que inundar los poblados Jaliscienses. Esta inversión puede llevarse a cabo a lo largo de un periodo de 12 años que permita a la región poco a poco transitar hacia un modelo de gestión de agua más sostenible”.

El modelo

El concepto de restauración del ciclo del agua en cuencas urbanizadas (Reciclu) consiste en un proceso mediante el cual las variables del ciclo hidrológico son restauradas a través de la implementación de tecnología que permita cuatro grandes objetivos

  •  Infiltrar el agua y recargar acuíferos
  •  Ampliar las zonas verdes a través de la plantación de flora que permita elevar la evapotranspiración
  •  Captar agua de lluvia en edificios para coadyuvar a la oferta y disminuir los escurrimientos que provocan inundaciones
  •  Captar el agua pluvial escurrida en las calles para canalizarla, almacenarla, y utilizarla para riego con un pretratamiento y regular avenidas

El agua metropolitana por cuencas

  • Cuenca El Ahogado, superficie: 55,000 hectáreas; precipitación anual de 897 milímetros; agua precipitada por año: 493 millones 350 mil m3; agua promedio por segundo: 15.64 m3
  • Cuenca Atemajac, 35,000 hectáreas; 897 mm; 313 millones 950,000 m3 de agua anual precipitada; 9.96 m3 por segundo
  • Cuenca río Blanco, 15,000 hectáreas; 897 mm; 134 millones 550,000 m3 de agua anual precipitada; 4.26 m3 por segundo
  • Totales: superficie: 105,000 hectáreas; 897 mm de lluvia anual; 941 millones 850,000 m3 de agua precipitada por año; 29.86 m3 por segundo

Critica Lemus indefinición

En el tema de El Zapotillo hay indefinición y todo se aborda desde un ámbito político y no técnico, lo que fue criticado ayer por el alcalde de Zapopan, Pablo Lemus Navarro.

“Me preocupa mucho que todo se esté abordando desde el ámbito político y muy poco desde el ámbito técnico. Pareciera ser que la decisión de ayer (lunes) tiene que ver con dejar tranquilos a todos, es una retórica salomónica de decirle a cada quien lo que quiere escuchar y así no vamos a llegar a ningún lado”, manifestó el alcalde, en referencia a las reuniones que sostuvo el lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador con los gobernadores de Jalisco y Guanajuato, y pobladores afectados por el proyecto.

El presidente anunció a los mandatarios de Jalisco y Guanajuato que la cortina de la presa no se desmantelará, mientras que a los afectados les prometió que no se destinará más presupuesto al proyecto.

El edil, quien se dijo preocupado porque se llegue a una solución que garantice el abasto de agua para el municipio que gobierna y el resto de la zona metropolitana, dio detalles ayer de las mesas de trabajo interinstitucionales en las que se definirá el futuro de la presa, las cuales se integrarán por un total de 30 participantes.

Según Lemus, en éstas participarán 10 representantes del gobierno de Jalisco, otros 10 de Guanajuato e igual número de habitantes de Temacapuín, Acasico y Palmarejo e integrantes las organizaciones que los acompañan. Darío Pereira

JJ/I