Productores buscan alternativas para venta pitaya

La temporada de pitayas ya inició desde hace una semana. Los productores ya comienzan a salir de Amacueca, Tecchaluta y Zacoalco con sus canastos del llamado “manjar de dioses” que solo puede disfrutarse una corta temporada del año. Justo entre abril y junio. Solo que en esta ocasión se enfrentan a un problema: la venta coincidió con la emergencia sanitaria por Covid-19.

Las ventas van a bajar, los productores están conscientes de ello. Es por esta razón que, desde hace unas semanas, trabajan en la estrategia de promoción, distribución, y hasta transformación de este fruto.

“Los productores están conscientes de que este año no va a ser como los anteriores. Es parte de nosotros una labor de hacer promoción a la gente. Mientras haya fruta hay que tratar de consumirla. La recomendación que les hacemos es que vendan la fruta que puedan, a partir del 15 de mayo va a venir el punto más fuerte de la producción y nosotros hemos estado ideando la manera de que un buen porcentaje de la pulpa que no se lleve a comercializar hay que guardarla, hay que prepararla para poder industrializarla y de esa manera, conservarla”, describió Ricardo Navarro Hernández, coordinador de los productores de pitaya de Techaluta de Montenegro.

Precisamente es con la pulpa de la pitaya que elaboran pan, rompope, ponche, mermelada, dulces típicos, agua fresca, shampoo, cremas y hasta nieve. Esta será una de las grandes apuestas de los productores durante este año.

Navarro Hernández añadió que, uno de los principales obstáculos, era que los municipios de la zona metropolitana de Guadalajara querían cerrarles la puerta a los productores para la venta de la pitaya, esto con la justificación de evitar aglomeraciones. Sin embargo, tras negociaciones con las autoridades municipales y de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), consiguieron que se les dieran los permisos.

“De un inicio nos habían comentado que no iba a haber permisos (en zona metropolitana para la venta de pitaya) eso nos preocupó en demasía. Empezamos a ver las posibles opciones y al parecer, mientras la situación (Covid-19) no vaya a más gravedad, se va a tener oportunidad de seguir vendiendo como se ha hecho los años anteriores. Únicamente la solicitud es que los comercializadores deben tomar las medidas preventivas que a ellos les toca. Es decir, el uso de cubrebocas, el uso de guantes, procurar el lavado de manos y el uso de gel antibacterial”.

Hubo solo un espacio, el original por tradición para la venta de pitaya, que no fue habilitado este año para este fin. En esta ocasión, en las Nueve Esquinas no habrá pitayas. Los productores que solían instalarse en esta zona, fueron reubicados en el parque de Mexicaltzingo, a pocas cuadras de las Nueve Esquinas.

En el resto de los municipios, continuarán con los puestos tradicionales en lugares como Villa Corona, Cocula, Gómez Farías, Ciudad Guzmán y los propios Techaluta y Amacueca. Además, implementarán un modelo de venta ambulante a bordo de vehículos con perifoneo para que las personas no tengan que trasladarse más que a la puerta de sus casas.

El precio caerá en mayo

Actualmente una pitaya tiene valores hasta por encima de los 15 pesos por pieza, esto se debe a que apenas arrancó la temporada de cosecha y hay poca fruta. Sin embargo, a medida que avancen los días, hasta llegar al punto más alto de la producción que estiman sea en la segunda quincena de mayo, las pitayas podrían adquirirse hasta en dos pesos por pieza. Esto lo explicó Ricardo Navarro para NTR.

Detalló que es el ciclo normal de cada año y pidió a la población tener paciencia para poder satisfacer la demanda. Además, prevén que la producción en 2020 alcance diez por ciento más que el año pasado.

jl