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#UrnasVacías 

El presidente no tiene ningún otro interés que no sea la votación de revocación de mandato del 10 de abril. No hay tema más importante ni meritorio de su atención que el éxito de ese ejercicio solicitado por sus seguidores y que se supone es para “ratificarlo” o “revocarle” el mandato de gobierno. 

Un ejercicio que nadie pidió y que en realidad a nadie le importa. Más allá de los seguidores del presidente y de quienes cobran o viven del presupuesto público. 

Para impulsarlo no han dudado en torcer la ley y en violarla en cuanta ocasión les ha parecido. Promueven la consulta, pagan desplegados en las principales ciudades y se dedican a hacerle propaganda a la consulta. 

En esencia, esa votación no tiene nada que ver con si el presidente continúe o no al frente de la Presidencia de la República, sino tiene todo que ver con su estrategia electoral de cara a las elecciones de 2024. Quizá para usted falte mucho tiempo, pero no para él. 

Para AMLO, lo único que importa es heredar a su favorita, Claudia Sheinbaum, la banda presidencial. 

Transferirle el poder a un incondicional se ha vuelto de vida o muerte para el presidente. Sabe que, durante estos años, ha generado muchos enemigos de verdad y que los amigos que hoy le juran lealtad son falsos. Su tranquilidad y la seguridad de él y de su familia dependen de que pueda heredarle el poder a su candidata. 

Entonces la revocación de mandato es la oportunidad perfecta para que el presidente ponga a prueba su maquinaria electoral y al mismo tiempo permite que sea el instrumento perfecto para estarle pegando todos los días al INE. 

El INE representa uno de los tres pilares fundamentales sobre los que descansa el funcionamiento del país. Los otros dos serían el Inegi y el Banco de México. 

Si las elecciones son muy cerradas o controvertidas, un INE debilitado sería una garantía de control adicional que AMLO necesita. 

En general, este ejercicio es solamente una herramienta electoral para AMLO y para Morena. No tiene ningún sentido ser parte de ese ejercicio. Salga como salga, el presidente no va a dejar la Presidencia, pero le permitirá aceitar y tomarle la temperatura a su maquinaria electoral e ir debilitando al INE. Por lo que no tiene ningún sentido participar. 

El tiempo se le acaba al presidente, poco a poco su grupo gobernante acrecentará sus divisiones y su lucha interna aumentará. El control interno que solía tener AMLO entre sus colaboradores se irá minando. El poder cohesionador del presidente se irá reduciendo y los grupos lucharán por garantizarse la supervivencia. 

Esa lucha será descarnada y será la fuente principal de división al interior de Morena. De hecho, será la fuente principal de probabilidad de que pierdan las elecciones de 2024. 

Mientras tanto, no lo olvidemos, la consulta será el episodio 1 de las presidenciales. Al presidente no le importa otra cosa, ni la economía ni la seguridad ni nada que no sea electoral. Por lo que lo invito a que este domingo 10 de abril hagamos todos #UrnasVacías. 

*Economista, profesor en la UP en Guadalajara

Twitter: @Israel_Macias

jl/I