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Olores tóxicos amenazan a población de El Salto 

Foto: Especial

A través del estudio “Olores ofensivos en El Salto, Jalisco. Resultados de un estudio multidisciplinar", autoría de los investigadores José Octavio Saucedo Lucero, Catalina Leticia de la Rosa Juárez, José de Jesús Esparza Claudio, María Olivia Peña Ortiz y José Ángel de Jesús Sánchez Duarte, de la Universidad de Guadalajara, se detectó la emisión de olores ofensivos y riesgos a la salud en el citado muicipio por aguas estancadas y residuos industriales. 

Explicaron que se han identificado emisiones constantes de olores desagradables provenientes de cuerpos de agua estancada, aguas residuales domésticas e industriales, así como de plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR) y procesos de reciclado de biosólidos. Estos olores, según investigaciones previas, pueden tener efectos adversos sobre la salud humana, que incluye irritación ocular, nasal y faríngea, dolor de cabeza, náuseas, tos, dificultad respiratoria, somnolencia y alteraciones del estado de ánimo.

Uno de los principales compuestos responsables de estas emisiones es el sulfuro de hidrógeno, asociado con síntomas como dolores de cabeza, mareos y trastornos del sueño.

Además, se detectó que estos compuestos se generan cuando el agua estancada o los sistemas de tratamiento operan con bajos niveles de oxígeno, lo cual favorece la actividad de microorganismos anaerobios. Dichos organismos descomponen la materia orgánica en compuestos intermedios como ácidos, aldehídos, cetonas y gases nitrogenados y sulfurosos, todos ellos con olores ofensivos.

Frente a estas afectaciones, expertos en salud ambiental y calidad del aire desarrollaron metodologías para identificar las fuentes de emisiones odoríferas a partir de reportes ciudadanos, así como criterios normativos que consideran la frecuencia, intensidad y niveles de molestia asociados a los olores, con el objetivo de evaluar su impacto en la salud pública.

En El Salto, explicaron, se implementó una estrategia de monitoreo puntual mediante un equipo portátil de cromatografía de gases con detector de ionización de flama. Este dispositivo permite detectar compuestos orgánicos volátiles en concentraciones de partes por millón. Las mediciones fueron realizadas por un equipo mixto de especialistas y jóvenes voluntarios, quienes también registraron variables como ubicación geográfica, temperatura ambiente, radiación solar y condiciones del viento, con el fin de analizar las condiciones en las que se perciben los olores ofensivos.

Dada la magnitud del problema, se propuso con urgencia la creación de una red de monitoreo continuo que permita caracterizar la variabilidad espacial y temporal de los olores, así como los contaminantes asociados y su impacto acumulativo sobre la salud de la población.

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