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Puerto Vallarta no paga los servicios que le da la sierra

Valor. La sierra del Cuale genera todo el recurso hídrico para más de 275 mil habitantes. (Foto: Grisel Pajarito)

La constitución de un área natural protegida en la Sierra del Cuale es el comienzo del reconocimiento a los servicios ambientales que la selva y el bosque templado dan a Puerto Vallarta, cuya tasación en términos económicos es una de las tareas más importantes que se deberán realizar. Tan solo en el tema del agua, la región genera todo el recurso para más de 275 mil habitantes, lo que significa un movimiento diario de 1.5 millones de pesos.

“El ambiente cumple al menos cuatro funciones que son valoradas positivamente por la sociedad: uno, participa en la producción de gran cantidad de bienes económicos (suministro de materias primas); dos, actúa como receptor de residuos y desechos que se generan en dichos procesos; tres, proporciona bienes naturales cuyos servicios tienen una demanda social creciente; y cuatro, constituye un sistema integrado que proporciona los medios para el sustento de toda clase de vida”, explican Rocío Sanhueza y Andrés Muñoz-Pedreros, investigadores chilenos, en su artículo Valoración económica de bienes y servicios ambientales.

“Sin embargo, cuando se explotan estas funciones de manera que se sobrepasa la capacidad de regeneración y de autodepuración de sus ecosistemas, poniéndose en riesgo su existencia y su capacidad de proveer bienes y servicios a futuro, estamos en presencia de la denominada degradación ambiental, problemática que, como señala Azqueta (1997) puede ser explicada, desde el punto de vista de la economía, como un fallo de mercado. Esto porque, como señala Bifani (1980), en el sistema capitalista imperante, sólo aquellos bienes que sean escasos, que tengan valor de cambio (expresión de mercado o precio) y sean susceptibles de apropiación por los particulares (que existan derechos de propiedad), serán considerados en el análisis económico y, por ende, en la toma de decisiones”, agregan.

Esa visión es la que podría condenar al centro turístico incluso en un mediano plazo. Proteger la montaña y reconocer económicamente lo que provee es esencial para que sus propietarios también lo asuman como compromiso.

Según el documento de manejo propuesto para el área de protección hidrológica estatal,  "en lo referente a vulnerabilidad en el consumo total de agua se muestran tendencias de no vulnerabilidad a vulnerabilidad media. En vulnerabilidad de almacenamiento de agua, la región VII determina una tendencia de vulnerabilidad alta, lo que representaría un alto riesgo para esta región sobre el abasto de agua en poblaciones tan demandantes como Puerto Vallarta”.

Además, “la vulnerabilidad al cambio climático es proporcional al tamaño de la población, es baja cuando las densidades por unidad de superficie también son bajas. En una alta concentración poblacional incrementa la vulnerabilidad, esto aumenta el número de víctimas por unidad territorial y al aumentar el número de víctimas se incrementa el costo social. La actividad turística en la región produce un crecimiento acelerado por migración, esto incrementa la mancha urbana, el incremento de uso de energía y el flujo de los vehículos automotores, agudizando los problemas en la zona”.

Riesgos

El cambio climático afecta de manera particular a las zonas costeras, el aumento de los niveles del mar pone en riesgo los recursos naturales, la infraestructura ahí establecida y los bienes y servicios que ellos proveen. La principal actividad económica de la región es la turística, actividad que se vería seriamente afectada de no tomar medidas que mitiguen estos efectos, explican Rocío Sanhueza y Andrés Muñoz-Pedreros

da/i