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Academias piden que las dejen trabajar

(SIN CHAMBA. Las academias de artes marciales y yoga tienen tres meses sin operar. Foto: Especial)

Los representantes de academias de artes marciales y yoga pidieron a las autoridades estatales que les permitan trabajar, pues están al borde de cerrar de manera definitiva. 

El 6 de julio, el gobierno estatal instaló una mesa de diálogo con academias de artes marciales, yoga y danza para fijar y ajustar protocolos de salud en torno al Covid-19 de cara a su reapertura. En el encuentro no hubo fechas para reabrir, por lo que se encuentran a la espera de buenas noticias.  

César Blanco Gildo, de Makaro Hapkido Asociación, expuso que todos los centros de entrenamiento llevan tres meses cerrados y no pueden permanecer más así. 

“Necesitamos abrir porque si no estamos en un punto de poder desaparecer (…) Estamos en números rojos (por) nuestras rentas, hablamos de más de tres meses”, afirmó. 

Consideró que las academias de este tipo aportan bienestar a la población, pues ofrecen disciplina, salud mental y física, y trabajo individual, por lo que no se explica que las hayan dejado hasta el final de la reactivación económica. 

Blanco Gildo se congratuló de que la autoridad estatal los haya escuchado hace una semana; sin embargo, lamentó que no se les diera una fecha específica para regresar a laborar.  

“No tenemos una fecha concreta, nos dijeron que en esta semana se iban a revisar los protocolos. Les hicimos llegar (los de nosotros) en unión, todas las artes marciales (participaron), en este caso representadas por un servidor, y (nos dijeron que) los iban a verificar e iban hablar con las autoridades correspondientes”, afirmó. 

Por su parte, Natali Casillas, de Yoga Anasura, abundó que en la reunión del 6 de julio se estableció el compromiso de que en los protocolos de sanidad se tomarán en cuenta las peticiones de las academias, pero al igual que Blanco Gildo indicó que no hubo claridad con la reapertura. 

“Compromiso no hubo (de las autoridades), no se puede (reabrir por ahora). Yo entiendo, el compromiso fue ése, que en cuanto se pueda”, afirmó. 

Manifestó que el sector se ha unido para levantar la voz, pues ha molestado que ya haya muchos negocios abiertos y a las academias no las dejen operar. Aseguró que este tipo de negocios tienen un impacto mínimo en la movilidad y cuentan con pocos clientes. 

“Bueno fuera que las clases de yoga y de danza (estuvieran llenas), esto enriquece tanto a la sociedad (que estaría bien que) estuvieran llenas como los estadios y como los bares, (pero) siempre son de poquita gente”, afirmó. 

Expuso que las rentas de los estudios de yoga oscilan entre los 13 mil y los 25 mil pesos, ya que la mayoría se encuentra en sitios comerciales. Además, la práctica de esta disciplina requiere espacios grandes, lo que lleva a instructores a rentar hasta dos locales. 

A los costos de las rentas se agrega que a muchos instructores no se las han reducido pese a la pandemia, por lo que ya tienen deudas. Otros ya han cerrado al no contar con ingresos. 

Graduaciones y cursos tendrán que esperar 

Por la pandemia de Covid-19, UrbanYoga Educación Continua dejó pendientes graduaciones de cursos de certificaciones. Elis Regina Torres, maestra del negocio, mencionó que la llegada del virus al país también provocó que se dejaran cursos a la mitad y que otros no pudieran empezar. 

“Tengo un grupo que no he podido graduar, no los hemos podido graduar. Estamos suspendidos porque somos academia”, acotó. 

Como el estudio de UrbanYoga se encuentra cerrado (se encuentra en la colonia Americana), por ahora se promueven cursos en línea, pero no muchos se unen.  

“Uno (es) por la parte económica y otro por miedo todavía. (Prevalece la) incertidumbre de poder salir o no salir (y eso) hace que los grupos sean muy reducidos”, afirmó. 

Pese al parón, UrbanYoga sigue pagando instalaciones, servicios y a maestros. Torres aceptó que como comparte gastos del estudio con otras personas el negocio ha logrado mantenerse, incluso podría hacerlo el resto del año, pero a costa de sus ahorros y su futuro económico. 

“Estamos aguantando lo más que podemos, somos varios compartiendo el espacio y eso también nos ha ayudado, pero sí estamos tratando de aguantar en beneficio de los cursos”, comentó. 

Torres desconoció el porqué las autoridades dan un trato indiferente a este giro cuando ayuda a la salud mental y al equilibrio personal. 

“Las autoridades no entienden de lo que estamos queriendo hacer en este tipo de escuelas (…) No encontramos sus razonamientos del porqué este negocio en particular no puede abrir”, afirmó. Jessica Pilar Pérez 

FRASE: 

“Necesitamos abrir porque si no estamos en un punto de poder desaparecer (…) Estamos en números rojos (por) nuestras rentas, hablamos de más de tres meses”: César Blanco Gildo, De Makaro Hapkido Asociación 

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